El tema central de este Foro de AWID 2012, sobre los derechos de las mujeres y el desarrollo, es “Transformando el poder ecónomico para avanzar los derechos de las mujeres y la justicia”. Las mujeres siempre estuvimos relacionadas con la microeconomía, con los mercados de trabajo informales, con las pequeñas empresas, con la administración del hogar. Por eso es importante que de una vez comencemos a hablar seriamente y en profundidad sobre el poder económico y la manera en que las medidas que se toman con concepción neoliberal, tecnocrática, corporativa y economicista impactan en la agenda de las mujeres, consolidando las injusticias largamente denunciadas.
¿Se puede construir una economía feminista? Como recordó una disertante en uno de los paneles principales, “lo que es bueno para las mujeres, es bueno para la comunidad toda”, de modo que incluir la perspectiva de género en el análisis de la economía actual implicará seguramente luchar por avances que incluyan a toda la sociedad y que permitan hacer frente a un poder económico en el cual todavía siguen firmes concepciones patriarcales sobre la producción y distribución de las riquezas.
Una de las principales innovaciones en la agenda de trabajo en este Foro de AWID 2012 son las sesiones en profundidad, donde se sigue un tema específico durante varias sesiones de trabajo, complementando con un análisis profundo las presentaciones de las sesiones plenarias. De este modo es posible construir un panorama de los aportes que mujeres y hombres están haciendo a la búsqueda de alternativas a las agendas económicas que predominan en la actualidad y que sólo significan más opresión y más injusticia social.
Yakin Ertuk, de la Universidad Técnica de Medio Oriente, Turquía, y ex relatora especial de la ONU sobre violencia contra las mujeres, dijo claramente que la discusión sobre los derechos humanos de las mujeres tiene su faceta económica porque se sigue cuestionando el acceso y los derechos de las mujeres a los recursos, al dinero, a la herencia y la propiedad de la tierra en muchas partes del mundo, disfrazándolo en razones de “tradición” o de “cultura”.
Para Boaventura de Sousa Santos, las mujeres no deberían desarrollar sus agendas en soledad. “El capitalismo divide a la gente”, señaló en la segunda sesión plenaria, “es necesario trabajari para que la diversidad sea una realidad en los movimientos sociales”, agregó. Sousa de Santos, uno de los forjadores del Foro Social Mundial y académico de la Universidad de Coimbra en Portugal, consideró además que las transformaciones sociales y económicas requieren erradicar los estereotipos y los prejucios en todos los ámbitos, incluso en la economía, y luchar por una justicia social internacional, también en el acceso y la creación de conocimientos.
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