El gobierno filipino ha ratificado prácticamente todos los instrumentos internacionales relevantes para la promoción y protección de los derechos de las mujeres y las niñas. También ha promulgado leyes destinadas a proteger a las mujeres de las diversas formas de violencia. Estas protecciones legales son: Ley contra la práctica de las novias por encargo de 1990 (RA 6955), Ley contra el acoso sexual de 1995 (RA 7877), Ley contra la violación de 1997 (RA 8353), Ley de protección y asistencia a víctimas de violación de 1998 (RA 8505), Ley contra la trata de personas de 2003 (RA 9208), Ley contra la violencia contra la mujer y sus hijos de 2004 (RA 9262). El 14 de agosto de 2009, la Carta Magna de la Mujer Filipina se aprobó con carácter de ley. Este instrumento tiene por objeto institucionalizar aún más el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres filipinas.
A pesar de la existencia de estas leyes, existe un desequilibrio significativo en la práctica y las leyes consuetudinarias que discriminan a la mujer y, en consecuencia, violan sus derechos humanos. Es en este contexto que se desarrollan las tecnologías de información y comunicación (TIC) en el país.
Sin embargo, las políticas de TIC en Filipinas son bastante nuevas y en gran medida impulsadas por objetivos de comercio y gobierno electrónicos. Los actores políticos provienen principalmente del sector privado. La red de organizaciones de la sociedad civil (OSC) que promueve la igualdad de género a través de las TIC recién se encuentra en sus primeras etapas. Debería definirse una legislación específica para enjuiciar a los perpetradores de la violencia contra la mujer mediante el uso de las TIC o el ciberespacio. Las instituciones nacionales de TIC y las políticas de las empresas privadas no deben permanecer ciegas a las violaciones de los derechos de la mujeres perpetuados a través de las TIC.
La desigualdad de género debe ser eliminada en la ley, en la práctica y en los espacios reales y virtuales.
En el contexto de las nuevas TIC de rápido desarrollo, los casos más evidentes de violencia cometida contra mujeres y niñas son hasta ahora los de violación de los derechos de privacidad, que resultan de la producción y distribución ilícita de actividades privadas e íntimas. La violación de su derecho a la privacidad viene en forma de escándalos por videos sobre sexo a través de telefonía móvil e internet. Aunque no hay estudios disponibles sobre cómo otras formas de violencia como el acoso o el hostigamiento sexual e incluso las amenazas directas aparecen como violencia contra las mujeres (VCM) mediante los teléfonos móviles, puede decirse que es un fenómeno que tiene lugar a diario en la vida de mujeres y niñas.
Las TIC son un espacio abierto y global y los delincuentes explotan la tecnología para obtener enormes beneficios en formas sofisticadas. La pobreza y la crisis económica que persiste en el país hacen que las mujeres y las niñas sean más vulnerables a la continuidad de la violencia cometida contra ellas, incluso en el ciberespacio. La tendencia creciente del cibersexo, junto con la ciberpornografía y la ciberprostitución dirigidos por los sindicatos del crimen están victimizando a mujeres y niñas. Estas preocupaciones están también estrechamente relacionadas con otras formas de violencia como la trata y la discriminación y es necesario un mayor estudio sobre ellas. En el ciberespacio, la definición de daño directo a las mujeres y las niñas es un tema polémico y no hay suficiente información disponible para asegurar la atención y la acción del gobierno. Esto también apunta a la naturaleza de las TIC, donde las actividades que se pueden calificar como violencia contra la mujer son difíciles de “regular”. Sin embargo, los actos de violencia cometidos contra niños y niñas mediante la prostitución y la pornografía infantil en línea es una preocupación para todos los sectores. Las TIC no son sólo una cuestión política y feminista, son también una plataforma para empoderar a las mujeres y las niñas y erradicar la VCM. Las organizaciones por los derechos de las mujeres están cayendo en la cuenta de que las TIC deben estar vinculadas a la incidencia contra la VCM.
Para el presente informe nacional se llevó a cabo un relevamiento de los trabajos de investigación académica independiente disponibles, artículos de noticias, documentos de política y legislación. También resultó de utilidad la participación en una mesa redonda sobre el acceso universal a las TIC a fin de recabar información de varios grupos de incidencia sobre las TIC y los derechos de las mujeres. Sin embargo, la escasez de información publicada sobre la intersección de la VCM y las TIC, confirma la necesidad de más estudios sobre este tema y revela que las OSC pioneras de las TIC recién están comenzando a trabajar sobre la VCM y las TIC.
Recomendaciones
La colaboración de las organizaciones especializadas en TIC y VCM para incidir en la elaboración de políticas nacionales tendientes a erradicar la VCM mediante el uso de las TIC es una recomendación que se desprende de este informe. A su vez, la incidencia política debe complementarse con la capacitación interna de dichas OSC. Estos esfuerzos conjuntos serían un buen ejemplo del uso de las TIC como plataforma para poner fin a la VCM.
Puedes leer el informe completo aquí
A pesar de la existencia de estas leyes, existe un desequilibrio significativo en la práctica y las leyes consuetudinarias que discriminan a la mujer y, en consecuencia, violan sus derechos humanos. Es en este contexto que se desarrollan las tecnologías de información y comunicación (TIC) en el país.
Sin embargo, las políticas de TIC en Filipinas son bastante nuevas y en gran medida impulsadas por objetivos de comercio y gobierno electrónicos. Los actores políticos provienen principalmente del sector privado. La red de organizaciones de la sociedad civil (OSC) que promueve la igualdad de género a través de las TIC recién se encuentra en sus primeras etapas. Debería definirse una legislación específica para enjuiciar a los perpetradores de la violencia contra la mujer mediante el uso de las TIC o el ciberespacio. Las instituciones nacionales de TIC y las políticas de las empresas privadas no deben permanecer ciegas a las violaciones de los derechos de la mujeres perpetuados a través de las TIC.
La desigualdad de género debe ser eliminada en la ley, en la práctica y en los espacios reales y virtuales.
En el contexto de las nuevas TIC de rápido desarrollo, los casos más evidentes de violencia cometida contra mujeres y niñas son hasta ahora los de violación de los derechos de privacidad, que resultan de la producción y distribución ilícita de actividades privadas e íntimas. La violación de su derecho a la privacidad viene en forma de escándalos por videos sobre sexo a través de telefonía móvil e internet. Aunque no hay estudios disponibles sobre cómo otras formas de violencia como el acoso o el hostigamiento sexual e incluso las amenazas directas aparecen como violencia contra las mujeres (VCM) mediante los teléfonos móviles, puede decirse que es un fenómeno que tiene lugar a diario en la vida de mujeres y niñas.
Las TIC son un espacio abierto y global y los delincuentes explotan la tecnología para obtener enormes beneficios en formas sofisticadas. La pobreza y la crisis económica que persiste en el país hacen que las mujeres y las niñas sean más vulnerables a la continuidad de la violencia cometida contra ellas, incluso en el ciberespacio. La tendencia creciente del cibersexo, junto con la ciberpornografía y la ciberprostitución dirigidos por los sindicatos del crimen están victimizando a mujeres y niñas. Estas preocupaciones están también estrechamente relacionadas con otras formas de violencia como la trata y la discriminación y es necesario un mayor estudio sobre ellas. En el ciberespacio, la definición de daño directo a las mujeres y las niñas es un tema polémico y no hay suficiente información disponible para asegurar la atención y la acción del gobierno. Esto también apunta a la naturaleza de las TIC, donde las actividades que se pueden calificar como violencia contra la mujer son difíciles de “regular”. Sin embargo, los actos de violencia cometidos contra niños y niñas mediante la prostitución y la pornografía infantil en línea es una preocupación para todos los sectores. Las TIC no son sólo una cuestión política y feminista, son también una plataforma para empoderar a las mujeres y las niñas y erradicar la VCM. Las organizaciones por los derechos de las mujeres están cayendo en la cuenta de que las TIC deben estar vinculadas a la incidencia contra la VCM.
Para el presente informe nacional se llevó a cabo un relevamiento de los trabajos de investigación académica independiente disponibles, artículos de noticias, documentos de política y legislación. También resultó de utilidad la participación en una mesa redonda sobre el acceso universal a las TIC a fin de recabar información de varios grupos de incidencia sobre las TIC y los derechos de las mujeres. Sin embargo, la escasez de información publicada sobre la intersección de la VCM y las TIC, confirma la necesidad de más estudios sobre este tema y revela que las OSC pioneras de las TIC recién están comenzando a trabajar sobre la VCM y las TIC.
Recomendaciones
La colaboración de las organizaciones especializadas en TIC y VCM para incidir en la elaboración de políticas nacionales tendientes a erradicar la VCM mediante el uso de las TIC es una recomendación que se desprende de este informe. A su vez, la incidencia política debe complementarse con la capacitación interna de dichas OSC. Estos esfuerzos conjuntos serían un buen ejemplo del uso de las TIC como plataforma para poner fin a la VCM.
Puedes leer el informe completo aquí
Publication date
Year of publication
2009
- 9409 views
Add new comment