Se estima que la población de República Democrática de Congo (RDC) ronda los 60 millones de habitantes, de los que 51% son mujeres. Durante 15 años, RDC experimentó una gran inestabilidad causada por el conflicto interno y la presión externa. El país tiene uno de los peores historiales del mundo en cuanto a violación de los derechos humanos.

Las mujeres y las niñas son víctimas de violencia sexual perpetrada sobre todo por los combatientes de ambos sectores. La violación y la violencia sexual es un arma de guerra. Las víctimas no hacen denuncias por falta de confianza en el sistema legal y por la gran presencia de hombres en el sistema jurídico. Pero los grupos de mujeres y las organizaciones defensoras de los derechos humanos se están movilizando cada vez más a favor de la lucha para erradicar la violencia contra las mujeres, junto con Naciones Unidas y organizaciones internacionales. Las mujeres ocupan ahora 8,4% de las bancas parlamentarias, lo que constituye una mejora. Existen leyes nacionales que protegen a las mujeres y a las niñas de la violencia: la Constitución de República Democrática de Congo; la Ley sobre violencia sexual; el Código de Familia; el Código Laboral y el Criminal. RDC ratificó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y el Protocolo de la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de las Mujeres en África. La Resolución 1820 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas señala que la violación y otras formas de violencia sexual pueden constituir un crimen de guerra. Cabe destacar que todas estas cláusulas existen para proteger a las mujeres víctimas de violencia pero muchas veces no se cumplen.

La falta de infraestructura y redes de banda ancha no permite el desarrollo de un sector de tecnologías de información y comunicación (TIC) en RDC. Además, 67% de la población vive en zonas rurales, donde se dificulta el acceso a las TIC. Los servicios de internet están subdesarrollados y el costo de acceso es inasequible para la mayoría de la gente. El número de abonados a líneas fijas no supera los 10 mil y el de usuarios de internet no pasa los 100 mil. El número de cibercafés es muy pequeño: 210 en todo el país, 65% de los cuáles se encuentran en la capital, Kinshasa. Sólo hay 5 o 6 proveedores de internet operativos, de entre los aproximadamente 30 que figuran. Por otro lado, la telefonía móvil tuvo una gran expansión, superando los 300 mil abonados/as en 2000, con entre 10 y 12 millones de líneas (muchos abonados/as tienen dos líneas) y una tasa de penetración de cerca de 20%. Resulta importante destacar que no hay datos desglosados por género.

Las intersecciones entre violencia contra mujeres y niñas y las TIC no están claras en RDC. Hay casos de hombres y muchachos que utilizan su teléfono móvil para filmar a sus compañeras desnudas y enviarlas por bluetooth1. Las mujeres y las niñas rara vez tienen los medios para defenderse ante esa situación. Los teléfonos móviles también suelen usarse como método de control sobre las mujeres casadas. Internet permite compartir experiencias y recibir información para obtener avances en cuanto a los derechos de las mujeres pero también puede facilitar la violencia contra las mujeres y niñas congoleñas. Como tienen escasa formación en el uso de herramientas de TIC, las mujeres y niñas carecen del marco técnico necesario para el uso de las TIC a fin de contrarrestar la violencia que experimentan. Las mujeres profesionales de los medios suelen denunciar acoso sexual sin que haya consecuencias.

Las organizaciones internacionales suelen implementar proyectos que utilizan las TIC para erradicar la violencia contra mujeres y niñas pero son muy pocas las organizaciones y activistas locales por los derechos de las mujeres que tienen la capacidad o los medios técnicos y financieros para hacerlo. Existen programas de radio y televisión en francés y lingala que son vitales en relación a la violencia contra mujeres y niñas, utilizando teléfonos celulares para involucrar a la audiencia y ofreciendo un foro a las voces que de otro modo no accederían a los medios. Las TIC se usan para proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos que suelen estar en peligro.

 

Recomendaciones

Para el gobierno: promover la competencia en el sector de las telecomunicaciones; modernizar y capacitar a los organismos reguladores; desarrollar una agencia de servicio universal; revisar las leyes que discriminan a las mujeres y garantizar la existencia de leyes que castiguen la violencia contra las mismas; crear tribunales locales para que la justicia sea accesible para todos y todas, especialmente las mujeres víctimas de violencia; desarrollar programas de alfabetización para las chicas que no puedan asistir a un centro de enseñanza.

Para la sociedad civil: educar a las poblaciones locales sobre su rol en la lucha contra la violencia doméstica; capacitar a los medios en el tema de la violencia de género; establecer programas de asistencia psicológica y legal para las víctimas – hombres y mujeres - de violencia sexual; militar por la deportación de grupos armados extranjeros; identificar y divulgar información sobre instrumentos legales nacionales e internacionales relativos a los derechos de las mujeres; realizar campañas de sensibilización en los medios locales para luchar contra la violencia sexual que sufren las mujeres.

Para el sector privado y las organizaciones internacionales: desarrollar programas de apoyo que promuevan el uso de las TIC para combatir la violencia contra mujeres y niñas; apoyar los programas de extensión en defensa de los derechos de las mujeres; instalar el tema de la violencia doméstica en los medios; capacitación en TIC para las organizaciones de mujeres y de la sociedad civil; brindarles los equipos de TIC necesarios a los grupos que trabajan con violencia doméstica.



El informe completo se publicará próximamente.

Publication date

Year of publication

2009

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