¿Cómo lidiar con el lenguaje violento, el acoso y las amenazas sin sacrificar la libertad de expresión y el derecho a la privacidad en la red? ¿Cómo pensar en políticas públicas efectivas desde una perspectiva de género? ¿Qué esfuerzos se han hecho para proteger a quienes sufren este tipo de conductas? Estas fueron algunas de las preguntas aboradadas en la mesa de discusión Ciberacoso: ¿Cómo enfrentar la violencia de género en línea? Análisis de políticas públicas en América Latina, organizado por APC, SocialTIC y Derechos Digitales. El evento realizado el pasado 4 de agosto en México DF propuso un espacio multisectorial en el que se representaron diversos intereses para discutir cómo enfrentar estos problemas.
Uno de los asistentes a dicho evento fue Frank La Rue, ex Relator especial de libertad de expresión de la ONU en el período 2008-2014 y presidente de la junta directiva del Instituto DEMOS Guatemala, una organización que recientemente se unió a la red APC y que promueve y fortalece a organizaciones de mujeres, niñez, juventud e indígenas comprometidas con el desarrollo de procesos democráticos en América Central.
APCNoticias entrevistó a La Rue tras el evento para indagar en algunas de sus posiciones respecto al ciberacoso.
APCNoticias: Asistió a la mesa de debate sobre ciberacoso organizada por SocialTIC, APC y Derechos Digitales, escuchó el testimonio de jóvenes que atravesaron situaciones de ciberacoso, escuchó la palabra de representantes de empresas, de usuarios en general… Con toda su experiencia como Relator especial para la libertad de expresión de Naciones Unidas ¿Cómo evalúa esta problemática?
Frank La Rue: El problema es serio, porque no se trata solo del ciberacoso sino del daño físico y personal al que se puede llegar a través de la información en internet. Estoy totalmente de acuerdo con darle relevancia a este tema, es profundamente serio.
Hay dos temas que siempre me preocuparon. Entendemos que internet es una magnífica tecnología que nos da un salto de participación ciudadana, de acceso a la información, de comunicación, de compartir la multiculturalidad del mundo, pero al mismo tiempo con grandes peligros. Uno de esos peligros viene del uso que hagamos, y es el ciberbullying en las escuelas, que es lamentable, pero que es un producto de un desafío que tenemos como estado, como sistema educativo y como familias.
Y lo otro es el acoso hacia mujeres de todas las edades. Digo que es muy serio porque internet, al usarse esa información, puede servir tanto para el acoso electrónico como para el acoso personal, físico, al seguimiento y eventualmente al secuestro.
APCNoticias: ¿Cuáles serían sus recomendaciones en casos de ciberacoso?
FLR: Sí creo que tienen que haber regulaciones del estado, especialmente en los casos más graves del uso de los sistemas de comunicación que constituyen delito. Por supuesto que hablamos de pornografía infantil, pornografía con violencia, si se quiere llamarle así, no a la pornografía porque a eso no lo define el estado pero si cuando el tema sexual está vinculado a violencia expresa, yo creo que eso es una incitación a la violencia y se vuelve un mensaje misógino, de violencia contra la mujer. Y me parece peligroso, así como puede suceder con el discurso de odio contra ciertas minorías y grupos religiosos, raciales, nacionales, etc.
Hay que tener una estrategia de prevención que vaya en doble sentido: uno, la prevención que vaya a las usuarias para que sepan qué se debe subir o no subir a internet, porque gran parte del acoso de da a veces por la información que nosotros mismos ponemos. En el caso de mujeres que usan redes sociales y dicen “voy saliendo de mi casa, voy a la carretera tal”, o personas y familias que dicen “salimos de vacaciones por dos semanas y vamos a tal dirección”, están delatando una debilidad al demostrar que su casa está vacía o que una persona está viajando sola. Después está el tema de las fotografías. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a tomarse las fotos que quiera, subirlas y compartirlas, pero debemos entender que internet es el espacio de muchos otros y que no solo las personas a quiénes nos dirigimos van a verlo. En internet no hay nada confidencial, todo llega eventualmente a ser público. Hay que darle a las niñas desde la más temprana edad un sentido de los riesgos y del manejo responsable de la información. Lo hacemos con nuestras hijas y parientes menores de edad para enseñarles cómo tratar a desconocidos en la calle, igual debemos hacer en internet.
El segundo aspecto de prevención es en las escuelas. Creo que el sistema escolar debe ser un sistema ya orientado al uso de internet, orientado a cómo usar esta maravillosa tecnología desde la más temprana edad, cómo usarla al máximo, cómo usarla bien en el sentido de que sirva para la educación y promoción de búsqueda de información y de compartir experiencias de países y demás, pero previniendo los riesgos. Incluso una capacitación ético-moral, cómo no se debe usar para ofender a personas que tengan una discapacidad o que tengan un origen racial o económico distinto.
La otra forma de prevención, que lo mencioné en el evento, consiste en utilizar el diálogo multisectorial (multistakeholder dialogue). Un tema que me preocupa es que todo el mundo piense que las regulaciones son la solución. Y hay un peligro. Yo trabajo en derechos de la niñez. Haria cualquier cosa por proteger a los niños, pero tampoco quiero que el tema de la protección de la niñez se convierta en una excusa del estado, que es lo que está sucediendo, para sobrerregular internet y, de hecho, volverse una limitante. Es por eso que el tema de la pornografía cuesta, porque no es el estado el que determina la pornografía. Con las “caricaturas de Charlie Hebdo”: se demostró eso también. Creo que es parte de la libertad de expresión. No es el estado quien puede regular y determinar qué es una caricatura aceptable y cuál no. Y lo mismo sucede con internet. Hay contenidos que son abiertamente delictivos, violentos, que si deben ser regulados, en lo que se llama en la Convención Americana sobre Derechos Humanos la responsabilidad ulterior. Pero hay temas que no hay que buscar resolverlos con regulación sino con principios éticos, con auto-regulación. Auto-regulación de los servidores, auto-regulación de los usuarios, auto-regulación de los medios de prensa que tienen una versión en línea, etc.
APCNoticias: ¿Qué sucede con aquellas empresas intermediarias de internet que no responden adecuadamente o a tiempo a estas realidades?
FLR: Creo que hay que forzarlos a hacerlo. De hecho, los servidores viven de la masividad de sus servicios. Si logramos demostrar que algunos son irresponsables en esa masividad, va a tener un costo económico y los va a obligar a responder. No me gusta la idea de ver a los intermediarios como censores, que es lo que puede suceder con la demanda del llamado derecho al olvido, que convierte a la empresa, de nuevo, en el censor. Me parece que esa es una función del estado y de las autoridades de protección de la privacidad y de protección de datos, pero sí las empresas deben tener criterios elaborados en diálogo. Aquí es donde reivindico el diálogo multisectorial. Estos criterios, que deben ser criterios no de regulación estatal sino más bien de auto-regulación, surgen de este diálogo social entre empresas servidoras, empresas de fabricación de tecnología, editores de medios electrónicos de prensa, sociedad civil, etc. Debemos institucionalizar el diálogo multisectorial. El caso de Brasil es exitoso, con su experiencia del CGI.br, porque precisamente consiguió institucionalizar el modelo.
Imagen: ITU pictures usada bajo licencia Creative Commons
Escucha el audio completo de la mesa de discusión aquí .
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