Entre retos y avances: la inclusión laboral de las personas trans en México

El movimiento trans por muchos años estuvo —y en algunos lugares sigue—  subsumido por el movimiento LGB hegemónico, blanqueado y clasista que busca equipararse en derechos con el resto de las sociedades; es así como el matrimonio igualitario ha sido la prioridad en muchas de las agendas por los derechos de las comunidades sexo diversas. Sin embargo, esa prioridad poco beneficia la vida de las personas trans, vidas establecidas en un mundo cisgénero donde, al ser una persona de identidad diversa y no hegemónica, ser amada de forma libre y con reconocimiento jurídico lo vemos muy lejos de realizar, debido a  los estigmas y prejuicios que atraviesan la mayoría de las parejas de personas trans, sintiéndose estas últimas más cómodas de profesar su sentir en lo obscuro y clandestino.  

Conforme han pasado los años, el movimiento trans se ha organizado y creado asociaciones para, y por personas trans, que luchamos por el reconocimiento de nuestros derechos en todos los ámbitos inherentes de la vida, como cualquier persona. La discriminación, violencia y exclusión impacta de forma diferenciada en las personas trans en un mundo que privilegia lo cis, empezando por un nombre que otorgue identidad, pertenencia y goce del ejercicio de una ciudadanía; es por ello que el reconocimiento jurídico a nuestra identidad se ha convertido en la agenda prioritaria para las personas trans, puesto que este derecho se ha pensado como un derecho llave a los demás derechos. 

Desafortunadamente, basándonos en la experiencia de muchos Estados y países donde las personas trans pueden acceder al reconocimiento jurídico de su identidad y género, encontramos que las reformas legislativas no van acompañadas de forma integral, es decir, dejan vacíos en el acceso a la atención médica, educativa y laboral provocando un rezago en la búsqueda de aminorar la brecha de la desigualdad.     

Uno de los ámbitos más importantes de incentivar en el mundo trans es la autonomía financiera y su inclusión laboral. Si una persona trans tiene un trabajo bien remunerado, con prestaciones y beneficios o un negocio propio que le proporcione estabilidad económica, sin duda tiene mayores oportunidades de acceder a otros derechos donde el Estado no le garantiza; por ejemplo, obtiene los medios para atender su salud, profesionalizar su educación, vivir en un lugar de forma segura, digna y cómoda. 

Hoy en día las empresas que priorizan el talento diverso incentivan a que los lugares de trabajo sean libres de discriminación con espacios capacitados y sensibilizados sobre la diversidad humana. Se convierten en agentes de cambio, como mini Estados, donde las políticas de diversidad e inclusión con mecanismos para garantizar los derechos de todas las personas, así como acciones que ayuden a prevenir la violencia e incluso sancionarla, llegan a convertirse en entidades garantes de los derechos de las personas que en muchas ocasiones el Estado no realiza, aun cuando sea su misión u objeto de ser. Por ejemplo, una empresa que por política corporativa reconoce la identidad de género de las personas trans, sin importar que en la localidad existan procedimientos judiciales o administrativos para su reconocimiento se convierte en un lugar seguro, empático, respetuoso y por ende genera mayor compromiso y permanencia en la empresa.  

De acuerdo con la Encuesta sobre Diversidad y Talento LGBT en México de 2018, las personas Trans, a pesar de registrar un 41% de estudios superiores son quienes siguen enfrentando pocas oportunidades de emplearse: 2 de cada 3 no tienen experiencia laboral. Comparado con el 1 de cada 2 de hombres gays cisgénero sin experiencia laboral. Esto reafirma la priorización de la cisnorma sobre las personas trans donde la orientación sexual diversa, mientras permanezca en el terreno “personal e íntimo” sin tener que compartirlo, expresarlo y promoverlo, no enfrenta mayores barreras con la otredad en comparación con las personas leídas de identidad y expresión de género diversa.   

Este dato puede corroborarse con los resultados de una feria de empleo para personas trans que la Federación Mexicana de Empresarios LGBT organizó el pasado 3 de junio del año 2022, en la Ciudad de México. En el espacio facilitado por la Unidad de Salud Integral para Personas Trans, se congregaron más de 200 personas trans en búsqueda de empleo, participando 21 empresas de diferentes ámbitos comerciales, en donde se ofertaron más de 4000 vacantes. En instancia preliminar a la feria de empleo para personas trans, se solicitó a las mismas, inscribirse en un link donde pedíamos datos básicos, entre ellos el nivel de estudios. 

Para sorpresa de muches, de las 547 personas trans registradas, 366 contaban con estudios de nivel superior y solo una persona informó no tener estudios formales. Esto da cuenta que, dentro del movimiento trans mexicano, convergen diversos mundos: desde personas en el ámbito de las artes como estilistas, diseñadores de moda, artistas, entre otres, a personas en los ámbitos de las ciencias como ingeniería, política o medicina. Podemos encontrar personas trans que no cuentan con perfiles académicos, esta situación les dificulta ingresar a una empresa a trabajar, en consideración de esta situación, es vital priorizar la estimulación del emprendimiento; por otro lado,  tenemos personas trans que están altamente calificadas, pero no son contratadas. La discriminación, exclusión y violencia sigue siendo el común denominador en las personas trans independientemente de sus intersecciones y configuraciones identitarias; es por ello que se necesita realizar acciones puntuales para todas las personas trans. 

Cabe señalar que las empresas participantes en la feria de reclutamiento trans, en su mayoría fueron empresas extranjeras, con políticas de diversidad e inclusión adoptadas por mandato de sus casas matrices, en su mayoría establecidas en Estados Unidos de América, Canadá o Europa; además de contar con procesos de capacitación y sensibilización sobre la diversidad humana. Estos indicadores nos daban cuenta de poder asegurar, en la medida de lo posible, que serían espacios seguros y respetuosos con las personas trans postulantes. 

Las empresas de origen mexicano, si bien comienzan a mostrar apertura sobre las personas LGBI+, no tienen la misma intención con las personas trans. Lo primero que se preguntan: ¿Debo construir un baño independiente para personas trans en caso de contratarlas? Misma pregunta que no se cuestionan con las personas gays, lesbianas, bisexuales, pansexuales, en pocas palabras personas cis de sexualidad diversa. Cabe resaltar que en los últimos dos años he tenido la oportunidad de facilitar espacios de formación y sensibilización sobre temas trans a más de 50 empresas en México, pero sigue siendo un número raquítico en comparación con las más de 5 millones de empresas establecidas en territorio mexicano.

La misión de la Federación Mexicana de Empresarios LGBTI+ es crear espacios laborales libres de discriminación y para ello ha creado programas como “Talento Diverso”, el cual busca fomentar a través de talleres, conferencias, ferias de reclutamiento, acompañamientos y mentorías en beneficio de las personas LGBTI para su inclusión laboral. El pasado mes de junio realizamos un convenio con Google México, Inroads y Coursera para otorgar 365 becas a personas trans radicadas en México con el objetivo de fortalecer sus conocimientos y profesionalizarse en soporte de tecnologías de la información, diseño UX, análisis de datos y gestión de proyectos. Esta acción tiene una repercusión muy significativa a mediano y largo plazo, ya que las personas trans a través de sus experiencias de vida, enriquecen el manejo de estas herramientas, facilitan el entendimiento con otras audiencias, generan nuevos análisis y fortalecen los procesos. De acuerdo con el analista político Matthew Syed, cuando tienes equipos de trabajo tan iguales (sexo, raza, religión, identidades, orientaciones, en su totalidad hegemónicas) entonces también comparten el mismo punto ciego: a partir de esta perspectiva podemos inferir que los equipos de trabajo conformados por grupos identitarios diversos fortalecen la misión de la empresa, reduciendo la fuga de oportunidades en beneficio de la misma.      

Dentro de los programas de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT+ “Institución Comprometida con la Diversidad” busca generar una cultura organizacional libre de prejuicios, estigmas y discriminación en cualquier institución, empresa, compañía o espacio laboral priorizando el talento de las personas, así mismo el programa “Agentes de Cambio” dirigido a las organizaciones civiles para su fortalecimiento en temas de empleabilidad, las cuales coadyubaron para que existieran las condiciones óptimas en realizar la primera feria de reclutamiento trans en México. En conjunto con Global Sharper y LinkedIn se apoyó a las personas trans asistentes a la feria con asesorías en sus hojas de vida, hasta con la toma de una fotografía profesional que podían utilizar en sus currículos. 

El trabajo en redes es fundamental para lograr estos resultados, es por ello que las organizaciones civiles debemos buscar alianzas y sinergias en beneficio de nuestras poblaciones, sin ver como el enemigo al sector privado que, muchas veces  puede representar al sistema capitalista voraz., Debemos cambiar el enfoque:  ver a este sector como un área de oportunidad hacia la construcción de una economía social, justa y equitativa.

Existen debates sobre la existencia de espacios y acciones afirmativas que propician la guetificación o la ‘’marginación’’ de los grupos prioritarios de la vida pública dentro de la sociedad, como es el caso de una feria de empleo exclusiva para personas trans, sin embargo, atravesamos un tiempo en el que por primera vez se crean espacios enfocados en reducir las problemáticas nacionales y regionales de pobreza que enfrentan nuestras comunidades. Este es un buen comienzo el generar espacios seguros que busquen reducir la brecha de la desigualdad a corto plazo, en miras que en un futuro no sea necesario realizarlas.