Cuerpos y territorios híbridos: ciberfeminismo en EFLAC 2014

“La sociedad de la información, consecuencia de la revolución digital, propicia el surgimiento de las TIC que algunos autores relacionan estrechamente con los últimos movimientos teóricos del feminismo, como es el caso del ciberfeminismo y con la propia praxis feminista en la sociedad actual que, bajo la diversidad del ciberfeminismo, construye una comunidad fundamental sustentada en el esfuerzo histórico, individual y colectivo para redefinir la situación de la mujer”. – Sonia Nuñez Puente

Participamos del Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe con una propuesta que contenía, en diversas formas, un posicionamiento político acerca de la relación actual que las mujeres establecemos con las TIC. Nuestra intención se vinculó a aquello sostenido en el manifiesto oficial del encuentro y que planteaba que “socializar el poder es el desafío clave para la construcción de la democracia radical”. Por eso nuestra preocupación sobre poder brindar aportes acerca del eje tecnológico-comunicacional, que consideramos central para los debates que atraviesan el evento pero que no estaba explícitamente mencionado en el documento.

Como también creemos fundamental pensar el cuerpo en línea con rupturas y continuidades acerca de nuestra circulación en el espacio público, nos pareció pertinente vincular una propuesta relacionada con este párrafo del manifiesto: “El cuerpo – portador de derechos – de las mujeres, se ha convertido en un territorio en disputa”. Interpretándolo como un territorio híbrido de tejidos y prótesis digitales, que cada día más se ve atravesado por las nuevas tecnologías.

Por eso problematizar nuestra vida diaria, tanto en espacios públicos y privados, en función de los dispositivos que crean discursos de poder (en general las tecnologías han sido creadas por y para la continuación del patriarcado) que las feministas especialmente tenemos que ser capaces de cuestionar por medio del conocimiento y práctica.

Por esa razón pensamos una serie de actividades relacionadas orientadas al debate de nuestros Principios feministas para internet desde una defensa de la democracia y la ampliación de los derechos, con un acercamiento que permita a las mujeres analizar la manera en que las desigualdades y las violencias sobre los cuerpos toman nuevas formas en las redes.

Asimismo ofrecimos un taller, que estuvo prologado por un monólogo acerca de las violencias diarias y las TIC, con claves para analizar e intentar comprender los desafíos del activismo feminista en relación con las nuevas tecnologías. A sala llena, el día 23 de noviembre brindamos durante dos horas con mucho interés y participación de la audiencia allí presente, una perspectiva ciberfeminista sobre el uso de tecnologías, la ciberseguridad y la utilización de plataformas digitales para el activismo.

Por otra parte, y haciendo una reflexión acerca de la agenda del EFLAC, tuvimos la sensación de que si bien la importancia de la comunicación y las tecnologías siempre cuela en muchos de los paneles, y aparece como síntoma de época en debates y charlas de pasillo, el eje en sí carecía de preponderancia en el de Perú. Por eso tamaña fue nuestra emoción cuando la compañera Magaly Pineda de República Dominicana fue invitada al escenario, en la plenaria del día 24 de noviembre “Cuerpo y territorio (parte II)” para hablar de nuestras identidades en el ciberespacio. Su discurso fue breve, claro y conciso. Sirvió para posicionar la amplia y diversa agenda del ciberfeminismo.

Reproducimos aquí su intervención:

“Nos ha tomado mucho tiempo reconocer nuestras múltiples identidades, y yo vengo a agregar una más. Además de llamarnos Magaly, María o Natacha, también nos llamamos fulanita.com. Todas tenemos correo electrónico, por lo tanto todas vivimos en esa realidad virtual que ha creado el paradigma de la sociedad de la información. Un paradigma que tenemos que incluir en el contexto del capitalismo y de esta sociedad apropiadora, por que en ese paradigma, en esa nube, en ese espacio virtual también el patriarcado está presente. Y ahí nosotras.com que pensábamos que podíamos caminar tranquilas, que ahí no había noche ni día ni diferencias, ni si tengo la falda corta o larga, estábamos seguras, resulta que no. Es que en la autopista del ciberespacio el patriarcado está presente, ese ciberespacio ha sido construido por hombres blancos, misóginos del norte, por que allí estamos con una ausencia enorme, entonces somos los blancos de los videojuegos en donde los chicos ganan puntos por matar a mujeres prostituidas, en donde los depredadores sexuales tratan de acercarse a las niñas. Allí en ese mundo de violencia nuestro cuerpo virtual también sufre la opresión patriarcal. Entonces a partir de allí también surge el ciberfeminismo y creo que es importante a partir de allí levantar este ciberfeminismo como un elemento que contribuye en esta nueva sociedad. Esa presencia de la tecnología en nuestras vidas nos está transformando, tenemos que estar presentes, estar ahí, asegurar que ese espacio virtual que nos está cambiando la vida real sea apropiado por las mujeres, y que allí también levantemos las luchas, las banderas, las demandas. Que ese ciberfeminismo pueda responder a las necesidades de vernos más de manera virtual, si tenemos la capacidad de enfrentar al patriarcado en esas pistas y hacerla realidad de que el siglo XXI es de las mujeres”.

Con esperanza en el proceso de que las mujeres y los movimientos feministas se apropien de las TIC y de los debates de la comunicación como urgentes y fundamentales. Con la fuerza colocada en construir cada día comunidades virtuales, que también tengan vida fuera de línea, que se autogestionen y compartan conocimientos. Y con los ojos colocados en este 2015 en el que esperamos que la reunión Beijing+20 sea un trampolín para evaluar la (falta) de políticas públicas sobre género y comunicación, y construir nuevas acciones políticas y apoyos reales por parte de los gobiernos. Reafianzamos otra vez nuestros objetivos de fortalecer el derecho al acceso a las tecnologías, a la creación de códigos y a una vida sin violencia en internet y fuera de ella.