“No sé cómo probarlo, tampoco si importa probarlo, pero lo que seguro sé es que el movimiento por los derechos gay en Líbano no estaría ni cerca de donde está hoy si no fuera por internet”. T.M.
En enero de 2010, la revista virtual en árabe LGBT Bekhsoos.com publicó una serie de artículos en celebración de una década de activismo LGBT en Líbano. “En realidad ha sido más de una década” dice el editor en árabe de la revista Aphrodite. “Consideramos el registro de GayLebanon.com en 1998 como un hito para el comienzo de un movimiento organizado. Pero queríamos celebrar la década que pasó, en la que tuvieron lugar los desarrollos más decisivos”. La mayoría de los artículos conmemorativos se referían a una lista de los mejores 10 en diferentes categorías: los mejores lugares para salir, las mejores publicaciones de LGBT, música, videos, películas, etc. Uno de los artículos daba una lista de las mejores siete herramientas en línea que habían desempeñado un papel importante en la construcción del movimiento y la comunidad de LGBT, desde “ONElist que luego se convirtió en eGroups y poco más tarde Yahoo! Groups que se abrió en otras listas de correo” (Bekhsoos.com) hasta Twitter. Resulta claro que uno no puede hablar de activismo por los derechos sexuales en Líbano sin hablar del uso de internet, pues ambas cosas están muy ligadas en distintos niveles, desde la identidad personal y las relaciones hasta el activismo político y la movilización.
Usuarios y usuarias de internet en Líbano disfrutan de libertad de acceso y libertad de expresión, una ventaja que contrasta fuertemente con sus vecinos en Siria y Egipto. Estos dos forman parte de la lista de los peores 10 países para ser un blogger (puestos 3 y 10 respectivamente) en un informe publicado el año pasado por el Comité para la Protección de los Periodistas [1]. Los arrestos indiscriminados, detenciones en el aeropuerto, incluso casos judiciales fabricados son comunes en Siria y Egipto contra bloggers y propietarios de sitios web. Jordania, que era considerada una excepción con una floreciente actividad de internet, ha sucumbido a restricciones similares. El 3 de enero de 2010, la blogosfera jordana se despertó con la mala noticia de que la Corte Suprema jordana había decidido regular los sitios web mediante la ya controvertida ley de prensa y publicaciones. El fallo de la Corte surgió como resultado de un juicio por difamación pública contra dos jordanos que dirigen sitios de noticias. Algunos/as periodistas aplaudieron la medida como bien intencionada, pues permitiría que “la integridad [periodística] se extienda a internet, así como haría que los derechos de los/as ciudadanos/as a la protección de ataques a su imagen se apliquen en internet” (7iber.com). La mayoría de los/as bloggers, sin embargo, han manifestado su indignación por las restricciones que la medida supone para la libertad de expresión en línea.
En medio de sus vecinos fuertemente censurados, Líbano goza de libertad en línea, sólo empañada por una conexión a internet muy lenta y muy cara. La falta de infraestructura para una conexión de banda ancha es la principal fuente de frustración para bloggers y empresarios/as en línea, por lo que un grupo de ellos/as lanzó “El manifiesto de la banda ancha: Crecimiento económico y desarrollo social para Líbano” (www.broadbandlebanon.org). Este manifiesto demanda una velocidad de conexión de 100Mb (entre otras cosas) y que “los/as ciudadanos/as deberían poder elegir los servicios que deseen y deberían tener acceso sin restricciones a la información. Los contenidos en línea - gobierno, medios, cultura, salud, negocios, educación, entretenimiento, ciencias e inclusión - todo debe ser accesible para todos/as”. [2]
Regulación de internet
Lo que es notable en Líbano es la ausencia de cualquier censura, estatal o de proveedores de internet (ISP) o leyes informáticas referidas al uso de internet. En octubre de 2006, el Ministerio del Interior propuso una “Comisión de Tecnología” para elaborar propuestas de políticas para regular el fraude, los delitos informáticos y la pornografía en línea pero no tuvo continuidad. El acceso a la pornografía por internet es muy común en los cibercafés y sitios como Pornhub.com, Redtube.com, youporn.com y livejasmin.com se encuentran siempre entre los 30 más visitados en las mediciones de Alexa.com para Líbano. Un artículo en el popular sitio de noticias online NowLebanon.com hizo referencia a estos sitios web en el día de San Valentín y aconsejaba a las mujeres a “bajar las persianas y sentarse frente a la computadora para un poco de RedTube antes de ir a la cama”. [3]
El uso de pornografía en línea es particularmente común en los cibercafés (conocidos como “redes” en árabe libanés) donde las tarifas son baratas ($0.66 por hora) y los horarios de atención se prolongan hasta tarde en la noche. La combinación de pornografía en línea, juegos en red que promueven la violencia (como Counter Strike), lenguaje vulgar y consumo de tabaco y alcohol ha hecho que padres y madres alberguen la idea de que los cibercafés son lugares inseguros para sus hijas. Estos factores se suman a la desigualdad de género en el uso y la familiaridad con la tecnología, en la medida en que a las jóvenes provenientes de clases trabajadoras cuyas familias no pueden comprar una computadora o afrontar el costo de una conexión a internet se les impide el acceso a cibercafés baratos.
La Iniciativa para una Red Abierta [OpenNet Initiative] publicó en 2009 una investigación sobre los filtros de internet en Medio Oriente y el norte de África. En ella determina que “en la actualidad Argelia, Egipto, Irak, Líbano y la Franja Occidental no filtran ningún material […] Algunos operadores de cibercafés en Líbano admitieron que utilizan software de vigilancia para monitorear los hábitos de navegación de clientes con el pretexto de proteger la seguridad o impedir el acceso a la pornografía”. [4]
En todas las sedes universitarias del Líbano, las conexiones inalámbricas a internet son censuradas mediante diferentes técnicas, desde filtros de palabras clave hasta bloqueo de sitios y limitaciones del ancho de banda. En la Universidad Americana de Beirut ciertos sitios web son filtrados por palabras clave como “lesbiana” o “porn”. En la misma página de bloqueo, la universidad enlaza con un formulario para el caso de que el usuario o usuaria desee informar que el sitio es seguro y solicitar que no se le aplique el filtro. En septiembre de 2009 fue presentado el buscador islámico ImHalal.com con búsquedas prefiltradas para que las personas musulmanas eviten toparse con algún sitio que no sea Halal (permisible para el Islam). Bekhsoos.com notó que en el nuevo sitio:
“Pezón” le otorga un nivel de Haram (pecaminoso/a) 1 de 3, mientras que “pecho” le otorga 2 de 3. Cuando visité por primera vez el sitio en agosto, “lesbiana” otorgaba un nivel de Haram 3 de 3 (¡en rojo!) pero ahora ha sido reducido a un nivel 2. Es el Ijtihad (proceso de reinterpretación del Qor’an) que he visto.[5]
El movimiento por los derechos sexuales
Las leyes que rigen la sexualidad en Líbano son conservadoras, igual que el discurso público general (de todas las religiones) en torno a la sexualidad. La homosexualidad puede ser castigada con hasta dos años de prisión de acuerdo al Artículo 534 del Código Penal libanés. Dos años de prisión es también la sentencia para los violadores, cuyos cargos se retiran si se casan con sus víctimas. El aborto (cuando no hay riesgo de muerte para la madre) es ilegal según los Artículos 539-546. Se desalientan con énfasis las relaciones sexuales fuera del matrimonio. No hay educación sexual adecuada ni en escuelas públicas ni privadas para las clases altas.
El nombre de dominio www.gaylebanon.com fue registrado el 29 de septiembre de 1999 y es considerado una de las primeras manifestaciones de un movimiento LGBT organizado. Activistas gay y lesbianas y personas que no podían manifestarse públicamente pudieron usar el sitio web para hallar información, recursos, enlaces a salas de chat y listas de correo y una conexión a una comunidad más amplia.
El 3 de abril de 2000, un escuadrón de vicios realizó un allanamiento en las oficinas de Destination, un ISP de Beirut asociado erróneamente con el sitio web. Ziad Mughraby, propietario de Destination, fue interrogado para que revelara los nombres de las personas responsables de gaylebanon.com pero no tenía la información que la policía buscaba. Una organización de derechos humanos dirigida por Kamal Batal, MIRSAD (Multi-Iniciativa de Derechos: Buscar, Asistir y Defender) tomó el caso y emitió un comunicado de prensa denunciando “los intentos ilegales de la policía de interferir en la libertad de internet y en la libertad de expresión de la comunidad gay”. [6] Tanto Batal como Mughraby (que son civiles) fueron derivados a una corte militar y acusados de “manchar la reputación del escuadrón de vicios distribuyendo un volante impreso”. Fueron liberados tras una multa de USD 219 cada uno.
Gaylebanon.com es el único sitio web libanés que fue perseguido y acusado ante una corte, aunque esto se haya llevado a cabo ante las únicas dos personas que la policía encontró remotamente conectadas con los propietarios. El sitio web, registrado en los Estados Unidos, sobrevivió como un portal de conocimientos y abrió el camino para muchos otros sitios. La herramienta más popular utilizada fue la sala de chat mIRC #gaylebanon. En una entrevista, uno de sus operadores, T. M., explica las complejidades de la privacidad individual, la seguridad, el riesgo y la protección en ese momento:
“Me uní a #gaylebanon en 2000 y comencé como operador porque tenía una conexión a internet por cable y pasaba mucho tiempo en línea, por lo que podía moderar y mantenerme atento a lo que pasaba en el chat. Cientos de gays hombres (y unas pocas mujeres) se conectaban cada noche. Se podía ver a varios de ellos en línea también durante el día. La mayoría de las conexiones eran en busca de sexo ocasional, pero solemos olvidar que hubo amistades y compañerismos que también crecieron en la sala de chat. Nos daba una sensación de comunidad, una sala de estar virtual donde todos acudíamos a pasar un rato. Por lo menos una vez por noche entraba alguna persona homofóbica que abusaba verbalmente de las personas, yo simplemente la echaba. Cada tanto alguien advertía al resto que bajo un seudónimo se ocultaba algún policía o ladrón. Nunca faltaban las historias sobre alguien que fue extorsionado o a quien le apuntaron con un arma a la cabeza, pero eran pocas comparadas con las historias de aquellos que mentían sobre sus preferencias sexuales (los que manifestaban una cosa pero eran lo contrario). Esto era más importante para nosotros/as. Mi teoría es que la sola cantidad de usuarios y usuarias nos daba protección. Puedes engañar a una persona pero ésta advertirá a las otras 1000.”
Los encuentros en línea condujeron, inevitablemente, a encuentros en persona. Con el tiempo, particularmente durante 2001 y 2002, la comunidad LGBT mantuvo una intensa frecuencia de “reuniones”, una palabra que en árabe libanés usábamos para referirnos a conocer en persona a alguien que ya conocíamos en línea. Mientras muchos criticaban el fenómeno diciendo que sólo se trataba de hombres gay que salían en busca de sexo, por debajo de estas reunoines fue forjándose una red. A lo largo de la década pasada hubo varios grupos de LGBT conocidos como “comunidades activistas”, muchos de ellos facilitados por encuentros que tuvieron lugar en el mIRC de #gaylebanon. De este grupo surgieron las personas que fundaron ClubFree, una comunidad de base subterránea que organizó actividades sociales para LGBT y la primera estructura formalmente organizada de la comunidad LGBT.
En contraste con otros temas concernientes a la sexualidad, el movimiento de derechos gay fue capaz de capitalizar estos desarrollos debido a una identidad compartida y a esta red subyacente.
Crowdsourcing como metodología de investigación
Lo que queda claro acerca de internet es que en la actualidad es uno de los medios donde más se aceleran los cambios. Las reglas del juego cambian muy rápido, como lo demuestra la reciente decisión de Jordania de controlar la libertad de expresión en línea. Para responder a la pregunta de “por qué Líbano no aplica e el ciberespacio la misma censura que aplica fuera de él”, la idea de crowdsourcing (tomar como fuente al público o a un grupo) emerge como una herramienta apropiada. El concepto básico de crowdsourcing consiste en lanzar una pregunta o problema al público usando herramientas de internet y esperar que de ese proceso surja la mejor solución (o bien una persona halla la respuesta o bien un grupo de personas en forma colectiva). Por lo tanto, publicamos un pequeño texto en línea acerca de la investigación [7] e hicimos correr la voz (principalmente por Twitter) en busca de consejos, contactos, enlaces y opiniones relacionadas con el tema de la ausencia de censura en internet en Líbano. La metodología ha resultado interesante, aunque requiere bastante seguimiento pidiéndole a las personas que ayuden a hacer correr la voz en línea. Luego de que varios tweeps [8] advirtieran “no despierten a un gigante dormido” algunas personas dejaron comentarios pero otras, en mayor número, enviaron reflexiones estimulantes por correo electrónico (para proteger su identidad y mantener la información privada). Un ejemplo de correo electrónico anónimo decía:
“[El Ministro de Telecomunicaciones] está buscando aplicar en Líbano el sistema de filtrado de Arabia Saudita. Así podría censurar páginas pero también palabras clave. Ha comprado el sistema (hardware y software) y lo ha instalado. Lo probaron una vez y se cayó toda la red. Los enlaces que no pasaban por Ogero [compañía telefónica libanesa] continuaron funcionando bien. Ogero dijo que había sido una falla global. Lo han vuelto a probar para ponerlo a punto, pero la situación política ha impedido que la censura se haga efectiva en este momento. El Ministro quiere que todos los ISP pasen por Ogero no sólo para que el gobierno obtenga mayor recaudación proveniente de internet, que podría obtener mediante un impuesto. El propósito principal es tener un centro desde donde monitorear y controlar la red libanesa.
No tengo mayores pruebas, pero tal vez les puedan servir algunos de mis contactos para hablar con la gente de los ISP para tener más información. Por ley, los ISP deben mantener un registro de las solicitudes de http de sus usuarios y usuarias. Esto significa que saben si has visitado Google, Facebook, Alfa, hacerbombas.com o porn.com.
En los próximos meses el equipo de investigación buscará más contribuciones de usuarios y usuarias acerca de los filtros de internet para poder formarse una noción de las contradicciones entre libertades y restricciones en línea.
Notas
[1] “10 Worst Countries to be a Blogger - Reports - Committee to Protect Journalists” http://www.cpj.org/reports/2009/04/10-worst-countries-to-be-a-blogger.php.
[2] http://www.broadbandlebanon.org/PDF/MANIFESTO-EN.pdf
[3] http://nowlebanon.com/NewsArticleDetails.aspx?ID=145863
[4] http://opennet.net/blog/2009/08/oni-releases-2009-middle-east-north-afri...
[5] http://www.bekhsoos.com/web/2009/09/on-censorshi/
[6] http://www.onlinepolicy.org/turing/000925.dailystart.gaylebanondotcom.shtml
[7] http://www.nadinemoawad.com/2010/02/erotics-research
[8] Personas que usan Twitter.
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