Ciberfeminismos: un camino contundente

Las corrientes del ciberfeminismo para muchas estudiosas del tema comenzaron en la década de los 80 del siglo pasado, con Donna Haraway y su Manifiesto Ciborg (1984). Pero no hay duda que con el desarrollo de internet en los 90 y el nacimiento de las redes sociales en la primer década de este siglo, los ciberfeminismos han encontrado en los espacios digitales y en las herramientas tecnológicas elementos clave para el desarrollo de conceptos y discursos, la difusión de sus postulados, y un ámbito abierto para el activismo.
Para las ciberfeministas, descolonizar internet es fundamental para lograr plena libertad de expresión y de asociación con el fin de cimentar movimientos y políticas que brinden canales de comunicación libres de censuras, discriminación y violencias. También libres de dogmatismos y de controles corporativos que pretenden crear sólo usuarios y usuarias negando el valor y la fuerza de la ciudadanía digital.
En preparación para el II Encuentro Internacional Ciberfeminista que se realizó en marzo de este año en San Salvador, Bahìa, Brasil, se elaboró gráficamente esta breve historia del ciberfeminismo que compartirmos aquí. Agradecemos a las/los colegas del Grupo de investigación en género, tecnologías y cultura GIGAUFBA, de la Universidad Federal de Bahía, por su colaboración.