Una historia de impacto de los Intercambios Tecnológicos Feministas: "Siempre se necesita un empujón…"

Todo empezó en agosto de 2010. En ese entonces yo trabajaba para el Monitor de políticas TIC para América Latina de APC y tenía que cubrir el Intercambio tecnológico feminista que se realizaba en Buenos Aires.

Notebook en mano llegué a la Librería de las Mujeres para escribir las crónicas del evento. Recuerdo que me llevé muchas enseñanzas, pero lo que más me impactó fue la capacitación de las compañeras de la Red Nosotras en el Mundo.

De la mano de Paula Morales y Soledad Ceballos aprendí las herramientas básicas para editar audios, escribir guiones y lo más importante: expresarme sin intermediarios. Recuerdo que hicimos varios spots, fue una jornada intensa y muy productiva. Casi sin darnos cuenta en el taller elaboramos una campaña contra las violencias hacia las mujeres. Una muy linda experiencia. Ese fue mi primer acercamiento real con la radio. Un camino de ida.

A partir del taller me quedé con ganas de más. Comencé a estudiar, me inscribí en la carrera de producción de radio en ETER y formalicé mis estudios. Luego llegó la invitación de Radio Sur para participar del programa de géneros de la radio. La radio se había planteado la necesidad de incorporar la perspectiva de género en su programación y así surgió Graves y agudas, el programa de radio que fue galardonado.¹

Nuestra primera emisión al aire fue el 11 marzo de 2014 y desde entonces no hemos parado de transmitir. Recientemente el programa ganó el premio Lola Mora² en la categoría radio y estamos felices. “Por su compromiso de género y en esta emisión, por tener en cuenta la importancia de visibilizar las nuevas masculinidades”, fueron los motivos del galardón. Un premio de estas características nos llena de orgullo, pero lo que más nos conmueve es la certeza de que las mujeres debemos apropiarnos también de los medios de comunicación.

Seguramente si no hubiera participado del Intercambio tecnológico feminista otra hubiera sido la historia. Siempre se necesita un empujón para encontrar el camino. Yo tuve el mío y estoy agradecida por ello. Está en nosotras contribuir al camino de la comunicación con perspectiva de género, porque otra comunicación no solo es posible, sino también necesaria.