Filipinas fue uno de los siete países cubiertos por el proyecto de investigación de APC “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea”. La investigación en Filipinas se realizó en sociedad con Foundation for Media Alternatives (FMA), que se concentra en el uso de medios de comunicación para la democratización y el empoderamiento popular. El informe, que puede hallarse aquí en inglés, usa tres estudios de caso en profundidad para evaluar instrumentos legales, políticas corporativas y el acceso a la justicia de mujeres y niñas.
En esta nota, la escritora de GenderIT.org Syar S. Alia conversa con la coordinadora de programa de género y TIC de FMA, Lisa S. García, para ver más de cerca los hallazgos de la investigación.
Syar S. Alia: ¿Cuáles son algunos de los malentendidos que aún existen en torno a la violencia contra las mujeres (VCM) relacionada con la tecnología?
Lisa S. García: Lo triste es que muchas personas no se dan cuenta de que la violencia relacionada con la tecnología es muy real, aunque suceda de manera virtual. Los contenidos se difunden rápido, se pueden cubrir largas distancias, se puede dañar la reputación de una persona. A veces la gente cree que es normal recibir abusos en línea y que está bien porque el perjuicio no es físico.
Pero lo bueno es que ahora hay mayor reconocimiento, conciencia y preocupación respecto de que los riesgos son reales. Estuve en un foro donde las participantes compartían las situaciones de acoso virtual que padecían sus niños/as y qué podía hacerse al respecto. Cuando comienzas a hablar con las personas acerca de estos temas, reconocen que ellas o alguien que conocen pasó por lo mismo y empiezan a darse cuenta de que el daño que produce la violencia virtual no física es también muy real.
SSA: En el caso de Ruby, el anonimato tornó difícil que se atrapara a los perpetradores. Con el aumento de la VCM relacionada con la tecnología, ¿el anonimato se vuelve más peligroso?
LSG: En su caso, no pudieron identificar a los perpetradores que subieron originalmente el video. El video sexual apareció en un sitio de pornografía y las autoridades fueron capaces de rastrear a los propietarios, pero los propietarios del sitio dijeron que habían recibido el video adjunto en un correo anónimo.
Cuando hablamos de anonimato, tiene sus pro y sus contras. Cuando haces algo incorrecto en línea, la cortina del anonimato te hace pensar que eres invisible y que otras personas no pueden rastrearte. Pero al mismo tiempo, para algunos grupos marginados, el anonimato provee cierto sentido de seguridad. Por ejemplo, algunos grupos LGBT de Brunei querían ponerse en contacto con otros grupos similares, pero no querían arriesgar exponerse. Pudieron hacerlo abriendo una página de Facebook usando un nombre diferente, que no los identificaba como LGBT. Esto muestra a las claras que el anonimato tiene dos caras.
SSA: Los casos de Ruby y Martha tuvieron un perfil bastante alto porque ambas son figuras públicas. ¿Significa esto que en los medios hay una ausencia de denuncia y tratamientos de otros casos?
LSG: También hay otros casos, pero es más difícil ponerse en contacto con esas personas. Uno de los criterios de la investigación fue que si no podíamos entrevistar a la sobreviviente, debían haber bastantes otros materiales para desarrollar el caso. En el caso de Ruby tuvo mucha difusión y sacó a la luz casos similares. Fue una de las primeras que admitió que su video había sido compartido en línea. Hubo otros casos, incluso de famosas, pero se mantuvieron en silencio y se dejó que las cosas se apagaran solas. Debido al caso de Ruby, se elaboró una nueva ley: la Ley contra el voyeurismo de fotos y videos.
SSA: ¿La ley fue una consecuencia directa del caso de Ruby?
LSG: Preferimos pensar que si. Cuando sucedió el caso ya existía un proyecto pero todavía no era ley. En Filipinas pueden pasar años antes de que una ley se apruebe – especialmente las que se refieren a mujeres. No creo que a las mujeres que denuncian casos de VCM relacionada con la tecnología el gobierno les dé una consideración suficiente, ya que está más ocupado con la tecnología como facilitadora del crecimiento económico. Este caso tan publicitado le puso voz a la violencia y a los muchos abusos que las mujeres enfrentan en línea, por lo que nos gustaría creer que debido al caso de Ruby – y porque se presentó ante una audiencia en el Congreso – se apuró el tratamiento de la ley.
Cuando sucedió lo de Martha, ella pudo apelar a la ley y ganar el caso. El caso de Ruby tuvo lugar en 2009 cuando la única ley a su disposición fue una ley sobre violencia contra las mujeres y sus hijos/as – y por eso perdió. Sus abogados/as argumentaron que sufrió abuso emocional y ansiedad debido a la difusión del video pero no pudieron probar quién lo había subido. Con Martha, su abogada se valió de la ley contra el voyeurismo de fotos y videos para ir en contra de aquellos que trataban de difundir el video y así pudieron comenzar a eliminar el contenido.
SSA: A Ruby y a Martha se las vilipendió por hablar en público de sus historias, ¿de qué manera esta clase de respuesta cultural afecta el modo en que la sociedad ve la VCM relacionada con la tecnología?
LSG: No es sólo el modo en que la sociedad ve la VCM relacionada con la tecnología; es el modo en que la sociedad considera a la mujer. Las mujeres deben “portarse bien”, y si una no se conforma con estas normas, se convierte en una mujer de mala reputación.
En el caso de Ruby, el suyo fue sólo uno de los muchos videos sexuales que involucraban a su pareja. Había videos de otras mujeres – creo que cinco, una de ellas también actriz. Cuando ese video se difundió en línea, la mujer involucrada no quiso decir nada sobre el caso. Y los comentarios de la gente decían que estaba bien que se quedara callada. Existía esa sensación de que “así es como deben ser las mujeres”, a diferencia de Ruby, que empezó a hablar y a denunciar lo que le había ocurrido. Hasta hubo personas que culparon a Ruby y no a su ex pareja por el video.
SSA: El tercer caso es muy diferente porque involucra operaciones de pornografía infantil en Cordova. ¿Cómo entendemos la justicia cuando los perpetradores son a menudo padres que explotan a sus propias hijas?
LSG: Cuando son tus propios padres los que operan “el negocio”, ¿cómo los denuncias a la policía? ¿Cómo les dices “lo que hacen está mal y no me gusta hacer lo que me piden que haga”? Hay padres que hacen la vista gorda frente a lo que hacen sus hijas porque les da de comer. Así que realmente es complicado. Y por otra parte los casos en que hubo arrestos significaron separar a la niña de los padres, cuando si eres niña ves a tus padres como quienes te protegerán y guiarán. Pero una vez que los arrestan, ¿qué mensaje queda? Que hay algo que está mal.
Hace poco seguí este caso y los grupos que trabajan en Cordova dicen que aunque el gobierno local trata de hacer algo, las actividades aún continúan. Mientras tanto, aquellas niñas cuyos padres fueron arrestados están bajo custodia del gobierno y con apoyo psicológico. También hay grupos de apoyo legal que tratan de asistirlas. Pero realmente no sabemos qué significa la justicia para ellas; no pudimos hablar con las niñas, porque había demasiados otros grupos entrevistándolas en ese momento.
SSA: Como señalaste, muchas de estas familias se vuelcan a la pornografía infantil porque necesitan el dinero. Entonces la necesidad de cambio abarca varios niveles: social, legal y económico.
LSG: La problemática de la pobreza juega un rol muy importante acá. Clasificamos nuestras comunidades en cinco clases, la quinta es la más baja. Cordova es un municipio de quinta clase. Es un pequeño pueblo costero donde los hombres trabajan mayormente como pescadores y las mujeres venden la pesca del día – si la hay. Otras fuentes de ingresos son extraer piedras de la cantera o transportar a las personas en triciclos. Cuando los padres salen de pesca y las mujeres están en el mercado, los niños y niñas quedan al cuidado de vecinos/as o parientes que a veces también abusan de ellas/os.
Por lo que realmente es necesario hacer algo sobre el sistema y la economía. Con frecuencia los niños y niñas no reciben su derecho a la educación y sus oportunidades son limitadas. Si no hay trabajo, ¿cómo pueden decirles que no se metan en la pornografía? A veces, incluso cuando hay trabajo disponible, una vez que empiezan a ganar mucho dinero con la pornografía puede resultar difícil pedirles que busquen otro trabajo que quizás sea más difícil.
SSA: El informe de FMA dice que las empresas no controlan cómo se usan sus servicios, lo que hace difícil perseguir a los perpetradores. Pero, por otra parte, controlar los servicios podría significar invadir la privacidad de usuarios/as y de otras partes involucradas. ¿Cómo conciliamos esta tensión y, como activistas, qué piensa FMA acerca de cuál es la mejor manera de resolverla?
LSG: La mayoría de las empresas de telecomunicaciones locales tienen condiciones de servicios que son muy generales. Si se enteran de que sus servicios se utilizan de manera impropia o ilegal, incluso si esto se denuncia a los medios, se supone que deberían hacer algo. En el caso de Cordova, se suponía que ejercían algún tipo de vigilancia, pero eso no ocurrió.
Pero entonces, como acabas de decir – ¿realmente queremos que monitoreen nuestros contenidos? Queremos proteger nuestra privacidad y no queremos que usen nuestros contenidos, así que lo que vamos a hacer es hablar con las empresas y comunicarles los hallazgos de la investigación y qué pueden hacer para ayudar. Quizás puedan elaborar algunas normas o lineamientos para ayudar a sus usuarios/as, porque la carga de la prueba siempre recae sobre los usuarios y usuarias – tú usas y pagas estos servicios y sin embargo si algo te ocurre, la carga de la prueba recae sobre ti.
No estoy segura de que haya comisiones de reclamos para cuando tiene lugar una denuncia de violencia relacionada con la tecnología. Sé que tienen equipos grandes para el tratamiento de distintos tipos de quejas pero no hay informes transparentes al respecto. Estas grandes empresas siempre proclaman estar comprometidas con su responsabilidad social empresaria, así que ¿por qué no ir un poco más allá y hacer algo sobre temas como estos?
SSA: ¿Cuáles son los próximos pasos de la investigación en Filipinas?
LSG: Con la investigación difundimos información en diferentes espacios y publicamos una versión resumida para distribuir entre grupos asociados. La Comisión Filipina de la Mujer también nos invitó a asistir a una consulta con el gobierno y otras organizaciones en junio, donde se revisará el Plan regional de acción para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Siempre que nos invitan a diálogos, como los debates en torno a los informes de la CEDAW, aportamos el tema de la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología. Y, por supuesto, continuamos nuestra asociación y esfuerzo en red con diversas organizaciones para llevar adelante el trabajo.
Descarga el informe completo (en inglés)
Más información sobre la investigación aquí
Esta investigación forma parte del proyecto “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea” de APC, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda (DGIS).
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