Hoy en día el mundo de la historieta está mucho más pendiente de los contenidos de género e intenta darle visibilidad a esta temática, o al menos eso es lo que los grandes eventos y las editoriales intentan mostrar.
Pero la realidad dice otra cosa y si vamos a los hechos concretos sucede todo lo contrario. Los eventos, en su mayoría siguen siendo manejados por los mismos poderosos de la industria que siempre, y cuando surgen propuestas nuevas que apuntan a un contenido diferente, se encargan de borrar a las mujeres y a las cuestiones de género del mapa. Esto sucedió en su momento en España con Gaming Ladies, evento que proponía un espacio únicamente para mujeres y para el público femenino de los videojuegos, por la discriminación (entre otras cosas) que sufren las chicas en este ámbito, uno de los nichos más machistas junto al de los comics, dicho sea de paso.
La persecución a las organizadoras de este evento fue tal que tuvieron que cancelarlo. Esto se debió en primer lugar porque uno de sus principales asociados y auspiciantes al recibir tantas quejas del público masculino dejó de financiarlo y luego porque la persecución llegó directamente a las mismas organizadoras. Por una cuestión de seguridad hoy en día no pueden dar su nombre ni entrevistas por el miedo que generaron los ataques.
Si continuamos hablando de España, por ejemplo, un evento que hoy en día continúa haciendo flyers o afiches y promociones con dibujos de chicas semi desnudas (o donde se ve más piel que tela) es El Salón del Cómic. Sus organizadores le dan poca importancia a las cuestiones de género inclusive en su propia imagen y dinámica, como por ejemplo en los stands, sus auspiciantes o en las actividades que propone.
Resuenan voces críticas a esta dinámica
Ya muchos autores plantean que los eventos de historietas o comics, fueron mutando a algo más relacionado a las series y la cultura pop, o al contenido mainstream (es decir, lo que gusta en el momento) dejando atrás a la historieta. No obstante, se puede ver dentro del poco espacio que se le da, que no tienen ningún interés en promover historietas o viñetas de género.
Esto puede verse en las editoriales que convocan, en las ilustraciones que circulan por los pasillos, en los dibujantes invitados. No hay entre sus filas ninguno que toque directamente el tema y la mayoría de las imágenes siguen con la misma impronta: mientras más piel se muestre en los personajes femeninos, mejor, y así, es muy difíci entender si realmente promover la temática de género les interesa, o simplemente lo dicen como si fuese una promesa de campaña política que nunca se va a cumplir.
Justamente por eso fue que este año varios autores, tanto españoles como internacionales decidieron expresar públicamente su repudio a esta clase de eventos y dejar de asistir. Mientras que en años anteriores participaban sin problemas, decidieron sumarse a otros artistas que por primera vez eligen militar contra la violencia de género en un ambiente que hoy en día sigue siendo ultra machista.
Una heroína bisexual irrumpe en el escenario del cómic
En Argentina sucede algo similar, si bien en las últimas ediciones de Comicon se presentaron invitadas femeninas que inclusive forman parte de movimientos conocidos, como Gillian Anderson -#Me too- tampoco tienen una propuesta real orientada a ser un espacio para todos.
En la edición anterior se presentó la saga de Spinnerette, publicada aquí por Ovni Press, y que es la primera publicación nacional de historieta con temática de género. Y no solo eso, también es un proyecto Crowdfunding, ya que el primer número fue financiado pura y exclusivamente por fans que colaborando económicamente a cambio de distintos tipos de recompensas de acuerdo al aporte que hicieron, entre ellos se encuentra Mr Webby, el muñeco de peluche con forma de araña de la protagonista, el más elegido por los fans. Hoy en día el autor de la saga Krazy Crow lo vende en su stand en distintos tipos de tamaños “realmente no me esperaba que Mr. Webby iba a tener tanto éxito. Permitió idealizar de alguna manera el fandom”, señaló.
“Spinnerette es una historia de amor, como cualquier otra, o al menos así lo veo yo” nos cuenta Krazy Crow, que tuvo (para variar) que elegir un apodo a raíz de las amenazas que recibe en muchos eventos. “Más allá de ser una parodia a Spiderman, Spinnerette es una historia de amor, en donde la protagonista que en un principio es heterosexual descubre que está enamorada no de su vecino, sino de una de sus primeras némesis” cuenta el autor.
Krazy Crow es de Canadá, donde vive con su pareja gay y cuenta que “en mi país somos mucho más abiertos a este tipo de tramas que en otros, como por ejemplo Argentina, que si bien tiene mucha más convocatoria en materia de género, tiene mucho camino por recorrer, y por eso es que vengo a estos lugares, para promover la saga”.
Si bien Comicon en Buenos Aires presentó a Spinnerette con un lanzamiento exclusivo, todavía podemos ver en su diseño, tanto a la hora de armar publicidad gráfica, o en sus pasillos a los cosplayers, como un evento hecho por y para el patriarcado, donde las mujeres no tenemos una real incidencia ni participación, así como tampoco otros grupos, como en este caso el colectivo LGTBIQ+.
Ovni Press en este caso, fue la primera editorial que se animó a salir de los estereotipos de shoho (historias clásicas para chicas como Sailor Moon o Sakura Card Captor) o shounen (historias para chicos como Dragon Ball, o Naruto), y eligió publicar los siguientes números de Spinnerette en español, y a su vez promocionar la presencia de Krazy Crow en distintos eventos de habla hispana.
Es importante abrir el panorama de la historieta de género más allá del espacio ya pequeño que hoy en día se le da a la historieta en general.
Fotos: Florencia Rodríguez Vida
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