Documento en proceso de construcción



Desarrollado durante el Encuentro sobre género, sexualidad e internet organizado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones



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En abril de 2014, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), organizó el Encuentro global sobre género, sexualidad e internet en Port Dickson, Malasia. Allí se reunieron 50 participantes de seis continentes entre las que había activistas de género y derechos de las mujeres, integrantes del movimiento LGBTQI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales), organizaciones defensoras de los derechos en internet y la tecnología, y activistas de derechos humanos. El objetivo de la reunión fue cerrar la brecha existente entre los movimientos feministas y quienes defienden los derechos en internet, además de observar las intersecciones y oportunidades estratégicas para trabajar en conjunto como aliados y socios.



El discurso existente en torno al género e internet tiende a centrarse en los componentes de género ausentes de las políticas que gobiernan internet, las violaciones resultantes y la necesidad de una mayor participación de las mujeres en los foros de toma de decisiones. Con el fin de redefinir los límites de este diálogo, el Encuentro global utilizó un proceso colaborativo para plantear la pregunta: “Como feministas, ¿qué tipo de internet queremos y qué se necesita para lograrlo?”



#imagineafeministinternet



Durante tres días, las participantes dialogaron y debatieron acerca de las intersecciones existentes entre género, sexualidad e internet – no sólo como herramienta, sino como nuevo espacio público. En este proceso, las participantes desarrollaron un conjunto de 15 principios feministas para internet. Dichos principios están pensados como un documento en permanente proceso de construcción que informa nuestro trabajo sobre género y tecnología, además de incidir en nuestras conversaciones para la elaboración de políticas relativas a la gobernanza de internet.



Les invitamos a unirse a los debates sobre nuestros principios feministas para internet, que están en permanente proceso de construcción. Pueden contactarnos a través de http://erotics.apc.org o por el correo electrónico erotics@apc.org



1. Una internet feminista tiene como objetivo trabajar para empoderar a más mujeres y personas queer – en toda su diversidad -, trabajando en pos del desmantelamiento del patriarcado. Esto implica el acceso universal, asequible, irrestricto e igualitario a internet.



2. Una internet feminista es la extensión, reflejo y continuación de nuestros movimientos y nuestra resistencia en otros espacios, públicos y privados. Nuestra agencia consiste en la posibilidad de decidir, individualmente y como colectivos, qué aspectos de la vida politizar y/o promover en internet.



3. Internet es un espacio público y político transformador. Facilita el surgimiento de nuevas formas de ciudadanía que permiten a las personas reivindicar, construir y expresar su individualidad, géneros y sexualidades. Esto incluye conectarse entre territorios, así como exigir responsabilidad y transparencia, y significativas oportunidades para la construcción del movimiento feminista.



4. La violencia en línea y la violencia relacionada con la tecnología forman parte de un continuo de violencia de género. Los ataques, amenazas, intimidación y la vigilancia de origen misógino que experimentan las mujeres y las personas queer son reales, dañinas y alarmantes. Es nuestra responsabilidad colectiva como distintas partes interesadas prevenir, responder y resistir dicha violencia.



5. Es necesario resistir contra la derecha religiosa, al igual que otras fuerzas extremistas, y contra el estado, cuando estos monopolizan la moralidad y silencian las voces de las mujeres y del feminismo, tanto a nivel nacional como internacional. Es necesario reivindicar el poder amplificador de internet en relación a las narrativas alternativas sobre las realidades que viven las mujeres.



6. Como activistas feministas, creemos en la necesidad de cuestionar el poder patriarcal que actualmente controla internet e impulsar la participación de más feministas y personas queer en las mesas de toma de decisiones. Creemos en la democratización de la legislación y la regulación de internet, además de promover una internet como propiedad de todos y todas y el poder de las redes globales y locales.



7. El cuestionamiento feminista de la lógica del capitalismo neoliberal que gobierna internet es fundamental para desestabilizar y desmantelar el poder económico que quiere apropiarse de internet, y crear alternativas a dicho poder basadas en los principios de los intereses colectivos, la solidaridad y la apertura.



8. Como activistas feministas, tenemos el compromiso político de crear y experimentar con tecnología utilizando herramientas y plataformas de fuente abierta. Para nuestra práctica, es esencial promover, difundir y compartir conocimiento sobre el uso de estas herramientas.



9. Dado que internet facilita el acceso a información clave para las comunidades – lo que incluye también salud, placer y riesgos –, la expresión cultural y el intercambio son esenciales, y deben apoyarse y protegerse.



10. La vigilancia por defecto es la herramienta del patriarcado para controlar y restringir los derechos, tanto en línea como fuera de ella. El derecho a la privacidad y a ejercer total control sobre nuestros datos es un principio fundamental para que internet sea un lugar más seguro y abierto para todos y todas. La misma atención merecen las prácticas de vigilancia entre individuos, así como la que ejercen el sector privado y actores no estatales, además del estado.



11. Todo el mundo tiene derecho a ser olvidado en internet. Esto incluye la posibilidad de acceder a todos nuestros datos personales en línea y la capacidad de controlar esa información, lo que implica saber quién tiene acceso a la misma y en qué condiciones, y la posibilidad de borrar nuestros datos para siempre.



12. Tenemos el derecho inalienable de elegir, expresar y experimentar nuestras diversas sexualidades en internet. Esto es lo que nos permite el anonimato.



13. Nos oponemos radicalmente a todo esfuerzo, por parte de actores estatales y no estatales, de controlar, regular y restringir la vida sexual de personas adultas y cómo se expresan y practican sus opciones sexuales en internet. Afirmamos que esto forma parte de un proyecto político más amplio de vigilancia moral, censura y discriminación jerárquica de la ciudadanía y sus derechos.



14. Como feministas y activistas por los derechos en internet tratamos de asegurar que internet sea un espacio seguro, saludable e informativo para niños y niñas, así como para los y las jóvenes. Esto implica promover prácticas de seguridad digital y social. Al mismo tiempo, reconocemos el derecho de niños y niñas a tener un desarrollo saludable, que incluye el acceso a información positiva sobre sexualidad en momentos críticos de su desarrollo. Creemos en la inclusión de la voz y las experiencias de la gente joven en las decisiones que se toman acerca de contenidos dañinos.



15. Creemos que la pornografía en línea es una cuestión de derechos humanos y laborales, y que se relaciona con la agencia, el consentimiento, la autonomía y la posibilidad de elección. Rechazamos todo vínculo causal simple entre el consumo de contenidos pornográficos y la violencia contra las mujeres. También rechazamos la abarcadora expresión “contenido pornográfico” como etiqueta aplicable a cualquier contenido sobre sexualidad, ya sea material educativo, contenidos sobre orientación sexual, identidad de género y expresión (SOGIE) y cualquier expresión relativa a la sexualidad de las mujeres.



Imagen por Rohini Lakshané

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