Mavic Cabrera-Balleza (MCB): Cuéntennos un poco sobre ustedes y su interés en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Caroline Wamala (CW): Soy estudiante de doctorado en temas de género y tecnología en la Universidad tecnológica de Lulea, en Suecia. Quiero entender la relación entre género y tecnología desde una perspectiva del desarrollo. La tecnología que se está investigando es internet. Participé en programas de formación para el desarrollo de TIC en Swazilandia y me di cuenta de que las mujeres son las que sufren más obstáculos en lo que se refiere al acceso. Son pocas las que participan en políticas y toma de decisiones. Esto es tan así que, incluso cuando los documentos se refieren a sus necesidades, siguen estando marginadas en lo relativo al acceso porque no se les pregunta qué piensan, qué desean, etc.
Itir Akdogan (IA): A mí me interesan las TIC porque son un pasaje de ida. No hay regreso una vez que se ingresa en la sociedad de la información. Como miembro de la sociedad de la información en la que vivo, creo que lo mejor es saber qué está pasando y tratar de tener algún papel en su desarrollo.
Actualmente, estoy investigando sobre el futuro de la ciudadanía electrónica para mi doctorado en Helsinki. He estado varios años dedicada a la capacitación de jóvenes mediante el uso de TIC. También trabajé como investigadora sobre la democracia y la participación electrónicas para varias organizaciones, entre ellas la Unión Europea.
MCB: Ambas estuvieron en el FGI. ¿Les resultó un ejercicio útil? ¿Alcanzó sus expectativas?
CW: Mi investigación se centra en la gobernanza y cómo es que afecta la relación entre género y tecnología en los países en desarrollo, de modo que ir al FGI fue muy importante para mí… Es fundamental contar con políticas sensibles a las cuestiones de género, sobre todo si pretendemos, en el futuro, tener una sociedad de la información inclusiva. Sin embargo, me pareció que no se abordó correctamente el tema de género.
Itir Akdogan (IA): Mi investigación no está directamente ligada al género… De algún modo me alegró ver que el tema no figuraba en la agenda del FGI, porque ahora todo el mundo está convencido de la importancia de tener un equilibrio de género.
CW: Pero si no existe el equilibrio, podemos prever resultados neutros del punto de vista del género, lo que dejará marginada a la mayoría. En este momento, lo más importante es lograr el acceso y ese es un tema que hay que resolver ahora.
IA: Sin duda, el acceso es uno de los temas más importantes y, por supuesto, hay que reducir la brecha digital, pero estamos esperando que llegue el día en que ya no haga falta hablar de las cuestiones de género – y esto es así, sobre todo, desde mi punto de vista de la ciudadanía electrónica.
CW: Yo, personalmente, sentí que el FGI fue un buen comienzo para demostrar dónde estamos y hacia dónde deberíamos ir. Me alegró mucho que se trataran los temas del desarrollo, pero las mujeres que viven en las regiones en desarrollo tienen escaso acceso –o ninguno- y es en ese punto que habría que invertir bastante energía… Mi experiencia es que el género suele quedar subsumido en los temas sociales o del desarrollo. Se cree que se trata junto con esos otros dos asuntos. Sin embargo, aunque el género es una cuestión social, requiere un tratamiento específico porque afecta a distintas categorías de mujeres y hombres, de maneras diferentes.
IA: Creo que, primero, habría que darles mayor independencia a las mujeres, o capacitarlas, o hacer que se den cuenta de su situación o le pasen algunas de sus responsabilidades a los hombres: hacer algo que las iguale y entonces, automáticamente, las mujeres tendrán acceso. No se puede separar el tema de la brecha digital de los demás temas. He trabajado en proyectos de capacitación y nadie le prohibe a las mujeres que se formen, pero ellas están ocupadas en el hogar, de modo que no pueden asistir a los cursos.
CW: Yo también trabajé en proyectos de formación, específicamente para el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de las Mujeres (UNIFEM). Se trataba de capacitar a mujeres empresarias y con formación previa en la importancia de las TIC. La pregunta es: por qué mujeres formadas, que saben usar un computador, no lo hacen. Se les ha dado acceso, pero no lo aprovechan. Lo que descubrí hasta ahora es que las cuestiones socioculturales, sociopolíticas y socioeconómicas afectan el acceso. Sin embargo, el problema principal es el de género, porque como construcción social, en el mundo en desarrollo, se integra a las tradiciones y las normas sociales que no habría que cambiar en nombre del desarrollo.
IA: A eso me refería. A las mujeres se les atribuyen roles y responsabilidades que no les permiten usar las TIC tanto como los hombres. A nivel macro, los hombres tienen una posición privilegiada en los proyectos de desarrollo.
Regulación de contenidos en línea: ¿bendición o infierno?
MCB: Pasando ahora al tema de la regulación de contenidos en línea… En sus países respectivos, ¿ha habido esfuerzos para regular los contenidos de internet? ¿Cómo se está haciendo?
CW: Viví en Swazilandia más de la mitad de mi vida – es mi segundo hogar. Hasta septiembre de 2006, el país no contaba con políticas TIC, de modo que no existía la regulación de contenidos. El problema, para la mayoría de las personas, es contar con mayor cantidad de contenidos locales en línea. Ese es el alcance de la regulación de contenidos de internet que hay en el reino.
IA: En Turquía, el Parlamento trató de aprobar una ley que exigía que todas las publicaciones en línea debían imprimirse y enviarse al gobernador local… pero luego se dieron cuenta de lo estúpido que era y anularon la ley.
MCB: ¿Qué los llevó a darse cuenta de que no era una buena ley?
IA: Todos los editores de contenidos en línea les dijeron que no era técnicamente fácil imprimir millones de páginas cada día – por ejemplo, la versión en línea de los periódicos. También se dieron cuenta de que el problema es que la tecnología está siempre más adelantada que las leyes… y los parlamentarios saben muy poco de tecnología, de modo que contrataron asesores y se dieron cuenta de lo estúpido que era.
MCB: Caroline, ¿el gobierno de Swazilandia hace algo para fomentar la producción de contenidos locales?
CW: Sí, sin duda. He visto agregados en la página local que muestra más cosas de la cultura y las tradiciones del país. Los ministerios también tienen ahora algunas funciones en línea.
MCB: Pero, ¿la sociedad civil también genera contenidos? ¿El gobierno le da algún incentivo para generar contenidos locales?
CW: Hay más vínculos web en la página de inicio. Hasta donde yo sé, se trata de una iniciativa de la sociedad civil que lucha para ampliar el público, a pesar de que se ven obligados a pagarles a los proveedores de servicios para mantener sus páginas en funcionamiento. Es caro y sólo lo utilizan quiénes pueden costearlo. Hay que recordar que las políticas TIC acaban de ser validadas.
Regulación de contenidos y libertad de expresión: ¿conceptos contradictorios o coherentes?
MCB: Vamos a acotar aún más la discusión sobre contenidos. Todos/as sabemos que hay mucha violencia en línea contra las mujeres y los niños/as. ¿Cuál es la mejor manera de enfrentarse a eso, según su opinión?
CW: Ese es un problema realmente grave. Habría que respetar aún más los derechos humanos en este espacio libre y virtual. No hay que olvidar que, primero que nada, es nuestro cuerpo el que nos permite deambular por las cibercalles. Esto es algo que habría que comunicarle al planeta entero. Violar los derechos de alguien en el ciberespacio es infringir la libertad que nos brinda internet y está muy bien insistir en que internet es un territorio libre y sin fronteras, donde hay que apoyar la libertad de expresión, pero eso no debería suceder a costa de los derechos de otro ser humano. Tendríamos que recordar siempre que, detrás o delante de la máquina, hay un ser humano y violar sus derechos es contrario a nuestra naturaleza humana. Sin embargo, parece que no hay legislación suficiente para empoderar a las víctimas, debido a la naturaleza de la violencia en el ciberespacio. Es un tema muy sensible porque internet fue creada como un espacio libre donde cualquiera puede expresarse con libertad. Yo creo que debería haber un organismo dentro del FGI que se ocupara específicamente de la legislación sobre derechos humanos y que constituiría el espacio donde quienes fueran víctimas de violación de derechos en línea pudieran hacerse oír.
IA: Yo creo que debería haber una legislación internacional para eso. Si un brasileño viola mis derechos mientras yo estoy en Finlandia, entrando en el computador de un francés, yo no debería tener que pasarme años tratando de encontrarle la pista y atenerme a las leyes de Brasil. Debe existir una legislación mundial que me proteja y que sea ratificada por todos los países. El castigo debería ser muy rápido, eso desalentaría el ciberdelito. Por lo demás, creo que internet debe ser libre.
MCB: En algunos países se trata de lidiar con la violencia y la pornografía en línea mediante la regulación de contenidos. Una forma de regular contenidos a la que recurren ciertas instituciones, y determinados países, son los filtros. En Filipinas, la Conferencia de Arzobispos Católicos distribuye tarjetas de internet al alumnado de los colegios católicos. Esas tarjetas filtran automáticamente los sitios que contienen materiales que no respetan las enseñanzas de la Iglesia católica. ¿Cuál es su opinión sobre esto?
IA: Me parece peligroso. Si no soy yo quien filtra el contenido, es peligroso porque nunca se sabe qué es lo que se deja fuera. …Se puede eliminar muchos otros contenidos y eso incluye material intelectual y educativo.
CW: Volvemos a la regulación nacional de internet. Si los países hicieran eso, ¿hasta qué punto se los puede detener? Es difícil… Yo viví en países donde los medios estuvieron bajo censura, hasta que la gente se puso a gritar pidiendo la democracia. Yo, personalmente, diría “liberar internet de una vez por todas”. Pero también entiendo que un país decida regular los contenidos para preservar su cultura local.
IA: Caroline, hablas de preservar la cultura local, pero la palabra “cultura” es tan frágil… Siempre hay que detenerse al hablar de cultura. El problema es que no hay grandes posibilidades de que un país haga eso para preservar sus propios intereses.
CW: Estoy totalmente de acuerdo contigo. Por eso no trato de deconstruir el concepto, sino que me limito a decir que entiendo la necesidad de preservar ciertas normas y tradiciones en diferentes naciones.
IA: Yo soy contraria a la violencia contra cualquiera (incluidas las mujeres). Sin embargo, creo que internet debería constituir una herramienta para que todo el mundo se pueda expresar libremente. Quiero destacar que la libertad de expresión no le otorga a nadie el derecho de acosar a otro/a. También habría que recordar que las TIC son herramientas para facilitarnos la vida. Si no nos gusta un contenido, simplemente no lo usamos y elegimos otro que nos sirva… Debería existir una legislación mundial que desalentara la violencia, o cualquier otra violación de los derechos humanos.
CW: Sí, y debería contemplar el aspecto de género.
Educación: ¿aún falta mucho camino por recorrer?
MCB: ¿Estás diciendo entonces que discernir qué contenidos en línea son buenos y cuáles no es algo que depende de cada persona? ¿Y qué pasa con los niños/as y las mujeres para quiénes la tecnología es algo nuevo?
IA: Las mujeres pueden conocer poco la tecnología, pero los conceptos de violencia, pornografía, etc., no son nuevos para ellas. En cuanto a los niños/as, hasta cierta edad, deberían ser su padre y su madre los que decidan por ellos.
CW: Mientras hacía mi investigación de campo, descubrí que la mayoría de las personas de la generación anterior se construyeron una imagen negativa de internet y, por lo tanto, no les parecía tan interesante lograr el acceso. Su reacción inicial era: “Este es un lugar peligroso”. Una señora me dijo que internet puede constituir demasiada información y yo le contesté que tenía la opción de elegir la información que deseaba usar. Pero el corazón del trabajo que hice consistía en encontrar la mejor manera de ayudar a los participantes a superar los obstáculos sociales que les impedían el acceso. Las mujeres jóvenes y las adultas son concientes de los peligros que acechan en el ciberespacio, pero eso no las desalienta. Sin embargo, la mayoría no tiene acceso a él. Ese es el acceso por el cual estoy luchando.
MCB: ¿Qué les dijiste cuando ellas manifestaron sus temores?
CW: Les expliqué que la tecnología tiene sus beneficios y sus riesgos, y que en la mayoría de los casos, los beneficios superan ampliamente los peligros. Les dije también que lo bueno de internet es que permite el anonimato. Tuve una larga conversación con varias mujeres sobre este tema y, si bien estaban de acuerdo con mi planteo, sentían que internet no le había agregado nada a su vida.
MCB: Prácticamente, les diste una clase sobre los riesgos y los beneficios de internet. ¿Les parece a ambas que vale la pena hacer esto con más mujeres?
CW: Yo creo que sí, totalmente.
IA: Yo también.
MCB: Las dos han mencionado el derecho internacional. Esto también se discutió en el FGI, sobre todo en la sesión sobre seguridad en línea. Sin embargo, los/as participantes también reconocieron que será muy difícil lograrlo en este momento. Así que, mientras no existan leyes internacionales, ¿qué se puede hacer para resolver el problema de violencia en línea contra mujeres y niños/as?
CW: Es cierto que es difícil, pero mira hasta dónde hemos llegado. Ahora tenemos un Foro de Gobernanza de Internet (FGI) y creo que tendremos otros mil millones de usuarios/as en línea muy pronto, gracias a las iniciativas que han surgido. Del mismo modo, creo que no es imposible que se cree un organismo responsable del derecho internacional.
MCB: ¿Se podría pensar en la educación como una alternativa a la regulación de contenidos?
CW: Sí, hasta cierto punto. Enseñarles a las personas a regular los contenidos les dará más opciones de búsqueda y les dará la posibilidad de evitar o reconocer los sitios que son malos. Y, dado que quiénes usan internet saben leer y escribir, se podría hacer eso en línea, o bajo la forma de folletos, etc.
IA: ¡Quién forma a quién y cómo lo hace también es muy importante! Si me enseñas de manera que yo no vaya jamás a visitar los sitios que van contra tus intereses, no me estás dando una formación sino un lavado de cerebro.
CW: Pero, ¿hasta qué punto se puede controlar eso? Somos todos actores sociales controlados por diferentes seres y estructuras.
MCB: ¿Y cuál les parece la mejor forma de eliminar la violencia en línea contra mujeres y niños/as?
IA: Las mamás protegerán a sus hijos/as y a sí mismas hasta que se establezca una legislación mundial.
CW: Estoy de acuerdo con lo que dice Itir: los padres y madres son los que deberían controlar el tiempo que pasan sus hijos/as en línea. Y, respecto de las mujeres víctimas de ciberdelincuencia, creo que el mundo está ahora mucho más conciente del tema y estamos en un buen punto de partida. Creo que a partir de ahora sólo puede haber una progresión hacia leyes más protectoras.
MCB: ¿Algo más que quieran decir?
CW: Quiero insistir en que la conciencia de género es un punto de inclusión muy importante en todas las discusiones de internet y no se puede –ni se debe- esconder bajo la alfombra de otros problemas sociales.
IA: El acceso es sin duda el tema más importante. Pero, como dije también en el panel de temas emergentes que hubo en el FGI, no alcanza con tener acceso a los equipos y los programas, sino que lo importante es poder usarlos de manera eficiente, tanto a nivel técnico como de los contenidos. Luego viene el tema de la seguridad. Las investigaciones muestran que quienes no usan las TIC alegan que no lo hacen por motivos de seguridad. Creo que la concientización es otro de los grandes temas. La gente debería tener conciencia de lo que se pierde al no usar o no conocer las TIC.
- Add new comment
- 15086 views