El objetivo de GenARDIS
El programa de fondos GenARDIS nació de la toma de conciencia de las limitaciones y desafíos que encuentran las mujeres de zonas rurales de los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) en lo referente a las TIC.
Estos desafíos se relacionan, entre otras cosas, con los factores culturales que obstaculizan el acceso de las mujeres a las TIC, con la falta de tiempo para participar en cursos de capacitación y utilizar las TIC, con el acceso muy limitado a tecnologías como la radio, los teléfonos celulares o los computadores, y con la falta de información pertinente adaptada a su realidad en los idiomas locales.
Del 3 de mayo al 8 de julio de 2006, tuvo lugar en Entebbe, Uganda, un taller de intercambio de conocimientos sobre género, agricultura y desarrollo rural en la sociedad de la información. Participaron en esta actividad los ganadores de las subvenciones GenARDIS, así como los que habían recibido menciones de honor por sus proyectos en 2005.
Los proyectos financiados
Debemos recordar que el programa de subvenciones GenARDIS es posible gracias a una sociedad entre el Instituto Humanístico de Cooperación para los Países en Vías de Desarrollo (Hivos), el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID), el Instituto Internacional para la Comunicación y el Desarrollo (IICD), y el Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural (CTA). El programa es administrado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC).
El fondo GenARDIS financió, por ejemplo, unos veinte proyectos de investigación y programas de formación. Todos estos proyectos tenían como eje la utilización innovadora de las TIC por las mujeres rurales con el fin de mejorar su calidad de vida y la de sus familias y comunidades.
Las temáticas tratadas por los proyectos
Existen analogías entre las mujeres de los distintos países que forman parte del espacio ACP, en términos de su acceso a los recursos. Algunos países de ACP, como la República Democrática del Congo, tienen una importante población femenina que subsisten exclusivamente gracias a la agricultura.
El tema de la utilización de la telefonía celular está presente en muchos de los proyectos, entre ellos, uno en el que trabaja Mabela Khabele de Lesotho. En este proyecto, la utilización de los teléfonos celulares es abordada como un facilitador de la comunicación entre las agricultoras que, dada la topografía de la tierra, que no favorece la instalación del teléfono fijo, encuentran obstáculos para comunicarse.
Otros proyectos se centran en la utilización de distintas TIC
Tal es el caso de uno de Ghana gracias al cual, según nos explica el Doctor Collins Osei, “las agricultoras reciben información sobre la existencia de las herramientas de TIC, como internet, la radio, el computador, los radiograbadores de cassette y los centros de información sobre los mercados agrícolas, pero su acceso es muy limitado o directamente inexistente, y ellas no pueden utilizar estas herramientas y servicios. El proyecto de GenARDIS aborda estos problemas, para que las agricultoras tengan acceso a la información sobre la producción de vegetales sanos en la zona metropolitana de Techiman".
En Uganda, el proyecto consistió en utilizar la infraestructura de TIC disponible en las escuelas y telecentros comunitarios para dar capacitación y acceso a internet a las mujeres y grupos de mujeres agricultoras. Lo mismo sucedió en Burkina Faso, donde “internet es sencillamente un sueño irrealizable para la gran mayoría de las mujeres campesinas. El objetivo del proyecto de la Asociación Manegbzanga es contribuir a promover el acceso de las mujeres a la herramienta informática y a internet.”
En Sudáfrica, el proyecto llevado adelante por Bettina Koelle aborda la utilización del sistema de información geográfica (SIG) dentro de las dinámicas espaciales. Se ha demostrado que este sistema mejora la comunicación, el aprendizaje, la planificación, y la gestión de los recursos naturales, y favorece la justicia social.
Si bien las mujeres agricultoras son mayoría entre los beneficiarios de los proyectos financiados por GenARDIS, también lo son los estudiosos de temas de la mujer y de género, así como los propietarios de pequeñas explotaciones, entre otros.
El impacto social en las comunidades
¿Cómo lograr que el impacto sobre el plan socioeconómico sea duradero, con una subvención de 5000 euros? Esta es la pregunta que consiguieron responder los ganadores de las subvenciones GenARDIS de diversos países como Trinidad y Tobago, Sudáfrica, República Democrática de Congo, Benín, Kenya y Ghana, entre otros.
Según Adama Compaoré, de la Asociación Manegbzanga de Burkina Faso, 30 mujeres recibieron capacitación para utilizar herramientas informáticas e internet y fueron alfabetizadas. “Todas las beneficiarias de nuestro proyecto son campesinas que tuvieron la posibilidad de aprender francés. Tener un conocimiento básico de lengua y de francés fue un factor que favoreció el aprendizaje de las TIC”.
James Onvango, director del proyecto “Generar la igualdad: un proyecto de sistema de información y de comunicación comunitaria sobre salud y agricultura”, afirma que “el desarrollo de las TIC en las regiones rurales es una condición necesaria para sostener la productividad agrícola rural, y para hacer frente a las disparidades de género y a los problemas de salud y pobreza de esas regiones de Kenya. Este proyecto apuntó a garantizar la utilización de las TIC por las mujeres, para que puedan militar por sus necesidades”.
Concretamente, doce mujeres líderes de grupos comunitarios fueron elegidas para que participaran en un taller de formación de formadores sobre producción y gestión de la información.
En Camerún, era necesario evaluar la situación local a través de un estudio a fondo de una pequeña ciudad donde el 30% de los jefes de familia son mujeres que practican la agricultura; y analizar asimismo las diferencias de género en la utilización de los teléfonos celulares. La Doctora Joyce Endeley, de Camerún, que había recibido una mención de honor por su proyecto, declara: “Esperamos que nuestra publicación, fruto de estas investigaciones, constituya un material de análisis sobre el lugar y función de las TIC entre las mujeres de la zona rural de Camerún. El material podría también ser esclarecedor para la aplicación de las innovaciones tecnológicas en el campo de la agricultura”.
En Ghana, las agricultoras y los agricultores ampliaron sus fuentes de información y comenzaron a utilizar el teléfono, la radio y el centro de información sobre agricultura, con un fácil acceso a la información sobre los mercados. Acto seguido, formaron un grupo de escucha de la información para dialogar sobre los programas radiales de agricultura, grabados en cassettes. Así, los grupos de escucha desarrollaron la capacidad de diálogo y análisis de las cuestiones relativas a la agricultura.
El proyecto que utiliza el sistema de información geográfica (SIG) en Sudáfrica hizo posible que se obtuvieran resultados concretos en temas vinculados a la gestión de los recursos naturales en las plantaciones de té de Rooibos y, exploró al mismo tiempo las dinámicas espaciales en las zonas rurales desde una perspectiva de género. Gracias al compromiso activo de los beneficiarios en los procesos de reformas de la propiedad de la tierra, que fomentan la planificación y autonomización de los agricultores, la utilización razonable de este SIG colaboró con el cambio social.
Las mujeres de la Asociación arche de l’alliance de República Democrática del Congo consiguieron otorgar préstamos a las mujeres campesinas para iniciar pequeños negocios. Las beneficiarias aprendieron a leer y escribir en swahili, una de las lenguas nacionales, y a utilizar el computador.
Las recomendaciones sobre políticas de TIC derivadas de lo que se aprendió gracias a los proyectos GenARDIS
David Dolly, quien trabajó en el estudio de la utilización de los teléfonos celulares dentro de un grupo de agricultoras y agricultores de Trinidad y Tobago formula las siguientes conclusiones:
-“los operadores de telecomunicaciones deberían tomar en cuenta a los pequeños productores de alimentos, sobre todo en lo referente al acceso a las tecnologías y a internet de quienes viven en sitios alejados, que no cuentan con servicios de calidad”.
-“las agricultoras deberán ser especialmente consideradas y requerirán una capacitación si quieren utilizar las TIC para sus oficios agrícolas”.
En la República Democrática de Congo, la Asociación arche de l’alliance recomienda, para después de las elecciones:
-“que el gobierno elabore una política de TIC favorable al desarrollo rural con la participación de las mujeres campesinas, que son mayoritariamente agricultoras”.
-“incluir el tema de las TIC en los distintos programas de desarrollo socioeconómico”.
Según la Asociación Manegbzanga de Burkina Faso:
-“quienes ocupan puestos de decisión pueden mejorar la situación del acceso de las mujeres de las zonas rurales a las TIC, mediante la creación de un entorno institucional que promueva el desarrollo de las TIC y la electrificación de las zonas rurales”.
-“hay que estimular y financiar el desarrollo de los programas de informática en lenguas nacionales”.
Es indispensable compartir lo aprendido sobre los proyectos y el activismo por el cambio de las políticas de TIC en los países involucrados.
Como subrayó durante la ceremonia de apertura Jennifer Radloff, Coordinadora del programa de mujeres de APC en África: “nosotras sabemos que tenemos un volumen enorme de conocimientos y experiencias sobre las distintas realidades de las vidas de las mujeres de África. Debemos compartir este conocimiento con todos aquellos que elaboran políticas, a fin de lograr una transformación de fondo de las políticas, para que éstas beneficien a las mujeres. Tenemos la responsabilidad de hacer saber a los políticos qué es lo que las personas necesitan”.
Utilizar la herramienta GEM para incorporar a los proyectos un análisis de género
Incorporar un análisis de género en las iniciativas que utilizan las TIC para el cambio social, en todas las etapas de cada proyecto, es indispensable.
Quienes participaron en el taller de GenARDIS en Uganda tuvieron la oportunidad de aprender algunas nociones sobre la metodología de evaluación de género (GEM), herramienta desarrollada por el Programa de apoyo a las redes de mujeres de APC (PARM de APC).
Chat Ramilo, coordinadora del PARM de APC, Jennifer Radloff, coordinadora del programa en África-Mujeres y Natasha Primo, del grupo miembro de APC Women’sNet, coordinaron el taller de GEM.
Se ha concluido también que es fundamental fortalecer la capacitación de las personas que participan en la implementación de los proyectos GenARDIS, para que puedan utilizarla para discernir si las TIC realmente están mejorando la calidad de vida de las mujeres y las relaciones de género, así como para promover el cambio positivo a nivel individual, institucional, comunitario y social.
¿Tercera vuelta para las subvenciones GenARDIS?
En lo referente a las perspectivas de futuro del fondo GenARDIS, Oumy Ndiaye, jefe del Departamento Canales y Servicios de Comunicación (CTA), declaró al finalizar el taller que “habrá que esperar el informe de evaluación para afinar la visión de GenARDIS. Las perspectivas son interesantes”.
Por su parte Ramata Molo Thioune, administradora de programas del CIID, opina que: “los proyectos presentados han alcanzado globalmente sus objetivos, ya sea acercando las TIC a las mujeres de las zonas rurales, como desarrollando estrategias para que ellas utilicen las TIC en beneficio de sus actividades”.
En cuanto a la continuidad del programa de subvenciones GenARDIS, agrega: “Estamos esperando los resultados de la evaluación para ver de qué manera las problemáticas planteadas pueden traducirse en temas de investigación y cómo podemos incorporarlas a nuestros programas de investigación”.
El fondo GenARDIS tiene el mérito de reunir a diversas partes que comparten un mismo punto de vista y permitir el acceso a las TIC de las mujeres agricultoras de las zonas rurales.
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