Entre abril y agosto de 2016 una ola de protestas tomó cuenta de las calles y de las redes sociales digitales en la Argentina. Por primera vez una protesta masiva vinculada a la criminalización de las mujeres que abortan llegó a ser “tendencia” en Twitter. Los movimientos de mujeres y feministas organizados junto con sindicatos, políticas y figuras públicas se posicionaron a través del hashtag #LibertadParaBelen exigiendo la liberación de una joven presa durante dos años a causa de un aborto espontáneo.

 

Durante 2016 comencé una maestría en comunicación y ciberculturas con la intención de sistematizar mis preocupaciones como activista-investigadora en el área de ciberfeminismos. Con la curiosidad encendida acerca de cómo encontrar sentido a montañas de datos (tweets, en este caso), me encontré durante esos años siguiendo diversos hashtags vinculados con el debate sobre despenalización del aborto en la Argentina.

 

 

Mi contacto con las redes de periodistas de Argentina y las organizaciones que trabajan por el acceso al aborto legal me daban cada día una punta para seguir el hilo de la controversia. Así comencé a rastrear acciones, debates y activismos orientados a la despenalización social de este derecho.

 

 

A partir de conocer TAGS, una herramienta gratuita de recolección de tweets, me dediqué a compilar los mensajes sin saber muy bien cómo organizarlos y reagruparlos para darles otro sentido. Me vi en la encrucijada de enriquecer el significado de estos fenómenos de la tecnopolítica, que gracias a su acontecer hiper acelerado nos dejan exhaustas sin poder interpretarlos fácilmente.

 

 

Interrogantes ante la criminalización y control de los cuerpos

 

 

Mi interrogación hacia el conjunto de datos que extraje de Twitter se guió por la intención de sumar ideas y reflexiones en un contexto regional de aumento de la criminalización y control de los cuerpos de las mujeres. Las preguntas iniciales horadaban la superficie del conjunto de datos procurando sentidos sobre las formas en que se establecieron las conversaciones para la liberación de Belén.

 

 

Para comprender mejor un objeto tan actual como inabarcable, me aboqué a un nutritivo recorrido teórico acerca del peso actual de los rastros digitales, la comprensión de la importancia del raspado de datos y el entendimiento crítico de cómo se estructura la internet. El modo en que damos los debates, las formas en que se estructuran las narrativas y la relativa opacidad con la cual entendemos las herramientas que usamos ampliaron el foco inicial.

 

 

El HT #LibertadParaBelen fue un estímulo para estudiar las conversaciones en Twitter por la despenalización del aborto en la Argentina expresadas en esa plataforma durante 2016. Mi pregunta brújula fue ¿qué dicen los rastros digitales (tweets) indexados en #LibertadParaBelen respecto de las conversaciones que se relacionan con el aborto en la Argentina? Quería saber de qué manera las prácticas digitales hablaban por sí solas de las acciones ciberfeministas por la despenalización.

 

 

Por otro lado, no buscaba que las respuestas acerca del uso de redes como Twitter en el caso #LibertadParaBelen se agotaran en la relevancia de este caso, respecto de su buena fortuna con las “tendencias” (o Trending Topics) como medida de impacto. Era necesario poner en cuestión, además, la arquitectura de la plataforma en sí, y los softwares disponibles que nos permiten dar significado (raspar, minerar, reorganizar) las bases de datos que conseguimos.

 

 

La tecnología juega un rol clave en las movilizaciones tanto las de internet como las callejeras. La presencia en las calles, las luchas históricas de las feministas por estos derechos y lo inédito de los espacios conseguidos en canales televisivos abiertos para debatir esta cuestión son mojones en la historia de la despenalización del aborto en este país.

 

 

La tecnología juega un rol clave en las movilizaciones tanto las de internet como las callejeras

 

 

Este debate cruza una variedad de aspectos socio-técnicos y abre necesariamente el abanico del análisis. Quise, entonces, evitar explicar las causas de las movilizaciones centrando el foco en una plataforma o herramienta digital específica como núcleo de las acciones.

 

 

Mi objeto de estudio me enfrentó con la caja negra de la corporación Twitter. La intención de abrirla es una empresa fallida, lo sabemos. Su naturaleza propietaria y extractivista cierra las puertas de acceso a su lógica pero igual me lancé sin más a su cuestionamiento. Sin ilusiones de descubrir su secreto de negocios. Guiada por la intención tan solo olfatear, deducir sus principios y conseguir criticarlos juiciosamente.

 

 

 

 

Usos y apropiaciones de los (ciber)feminismos en la internet

 

 

La identidad del ciberfeminismo latinoamericano está en construcción continua. Es indudable que las acciones en redes sociales digitales (RSD) cuestionan al poder institucional y patriarcal tal como lo conocemos. Utilizar las RSD como enormes cajas de resonancias aún marca la diferencia, especialmente cuando están en manos de mujeres que habitualmente marginadas de los medios de comunicación tradicionales.

 

 

La “ocupación” de los espacios digitales hacen ruido y las críticas transversales y masivas a los sistemas de poder patriarcal con acciones como #MiPrimerAcoso #Cuentalo o #Metoo son poderosas. Considero, no obstante, que es urgente problematizar la manera en que usamos estos espacios para contemplar de qué forma nuestros datos son expropiados en contrapartida, para ser re-utilizados por las grandes empresas digitales según los modelos de negocios reinantes.

 

 

Utilizar las RSD como enormes cajas de resonancias aún marca la diferencia, especialmente cuando están en manos de mujeres que habitualmente marginadas de los medios de comunicación tradicionales

 

 

Interrogantes acerca de cómo usamos las tecnologías de manera liberadora y qué herramientas tenemos que crear para emanciparnos son ejes provocadores y estimulantes para quien investiga plataformas digitales en las que domina la lógica androcentrista de dominación tecnológica. La tecnopolítica, por tanto, es un marco teórico que ayuda pensar las nuevas formas de expresión de la política, mediada por la combinación de innovación en el uso de la tecnología y la acción colectiva en red.

 

 

Como señalaba La Imilla Hacker en este mismo sitio "no tomar una postura política respecto a las herramientas que usamos y ayudamos a construir, es un error estratégico en nuestras tareas de protesta". Para ello, poner en cuestión las políticas de las empresas por detrás de Twitter (o Facebook) con sus políticas de datos cerradas es un pilar para comenzar a construir.

 

 

En el caso #LibertadParaBelen se observa la fuerza de las identidades colectivas configurada de manera horizontal y flexible, que los ciberactivismos evidencian desde hace años con características propias. Las identidades colectivas se relacionan con la protección desde el anonimato y permiten, en especial a los grupos que trabajan con cuestiones controvertidas como el aborto, no quedar expuestos a posibles vulnerabilidades de seguridad y espionaje por parte de los Estados o de grupos conservadores.

 

 

Así, como una tropa de abejas obreras, funcionaron los perfiles de colectivas de mujeres que luchan por la despenalización social del aborto en la Argentina. Tuvieron un lugar central @CampAbortoLegal @PorAbortoLegal. La presión que ejercieron organizaciones por fuera del sistema de partidos políticos como @lasmumala y @MuMaLaTuc, @pletrabajadoras (en su perfil: movimiento de mujeres que se organiza de forma independiente de la iglesia y del estado) es notoria e imprescindible.

 

 

Las identidades colectivas permiten la disolución de algunas identidades (o perfiles) más sobresalientes. Adquieren el modus operandi de los enjambres. Se dan formas de auto-organización propias de las redes virtuales. Los enjambres (o swarms) son personas y grupos que coordinan espontáneamente sus acciones en tiempo real sin darse ni recibir órdenes. En el caso de Twitter se dan unas mínimas orientaciones acerca de mensajes y perfiles con los cuales manifestarse y contactar durante los twittazos.

 

 

La tecnopolítica, por tanto, es un marco teórico que ayuda pensar las nuevas formas de expresión de la política, mediada por la combinación de innovación en el uso de la tecnología y la acción colectiva en red

 

 

Para “enjambrar” o hacer swarming son necesarios dos ingredientes básicos: un horizonte compartido y el intercambio de acontecimientos y afectos (PADILLA, 2013). El término enjambre, además, es una estrategia que las feministas usan como auto-defensa ante los ataques constantes que reciben en internet o en las acciones como #MiPrimerAcoso antes mencionada.

 

 

Por tanto, además de los contenidos circulados en esta red de conversaciones, me detuve en la forma de interacción y en la naturaleza de los perfiles involucrados. El reto de trabajar con un caudal enorme de datos implicó también colocar de una vez una lupa sobre estos hormigueros de información. Las redes sociales digitales son esferas públicas en las cuales el discurso de odio no es un modo de reacción excepcional si no central, por tanto me detuve además a observar la presencia de bots y perfiles antiderechos y conservadores.

 

 

Entender una red de significados a través de categorías

 

 

El trabajo se estructuró a partir de unos 12.050 tweets recuperados con un software de raspado basado en Python, compartido por el Laboratório de Estudos sobre Imagem e Cibercultura (LABIC-UFES) en Espíritu-Santo Brasil. Así analicé el vasto conjunto de datos de forma automatizada, con un acercamiento pormenorizado tanto cuantitativo como cualitativo.

 

 

Acerqué mi lupa a los perfiles más destacados de la comunidad que adhirió a #LibertadParaBelen, así como desglosé los términos para interrelacionarlos y levantar nuevas preguntas sobre el objeto.No conforme con esta primera mirada global, me volqué a un análisis pormenorizado de cada tweet más retweetado para llegar a un panorama detallado de los contenidos, interpretarlos y ofrecer resultados. Para esto me dediqué a la creación de categorías que facilitaron la interpetación de grandes conjuntos de mensajes sobre el aborto en la red creada por el HT. Para la parte cualitativa trabajé refinando la colecta de datos con un archivo llamado Top Retweeted (recuperable gracias la API, interfaz que brinda Twitter) con unos 1000 mensajes.

 

 

Las redes sociales digitales son esferas públicas en las cuales el discurso de odio no es un modo de reacción excepcional si no central

 

 

Es fundamental entender que de por sí la elección de un objeto de estudio significa recortes y elecciones arbitrarias sobre la trama de asociaciones que escogemos. Cuando trabajamos con datos es necesario situar a cada momento nuestro lugar de construcción de conocimiento. Siendo una investigadora que optó por usar un marco epistemológico feminista, me serví de los datos pero sin aspirar a la objetividad y universalidad al estilo positivista.

 

 

Por tanto, mi análisis sobre el caso #LibertadParaBelén esta sesgado por mis elecciones teórico-políticas. En el transcurso de la teorización también evidencié una serie de sesgos provistos desde el inicio por las herramientas técnicas que ayudan con la colecta de información. Recuperando datos en plataformas privadas, hay un corset impuesto por las empresas que solo brindan una pequeña parte de los datos que colectan minuto a minuto. “Una de las primeras cosas para hacer cuando nos enfrentamos con un dataset es tratar de comprender las condiciones bajo las que ese dataset en particular llegó a existir. Siempre hay una historia detrás de los datos”

(MCCARTHY, 2014, en línea).

 

 

Sin dejar de contemplar la multidimensionalidad de cada mensaje (especialmente con contenidos como textos, flyers, imágenes o memes) creé 10 categorías para explicar el fenómeno. Aquí comparto cinco que posibilitan analizar y comprender con mayor detalle el debate en el caso #LibertadParaBelen con los rasgos propios de Twitter. Estas herramientas de análisis no pretenden erigirse como resultados únicos para la interpretación. Son más bien líneas de observación a ser retomadas por nuevas investigaciones y debates.

 

 

 

 

[Twittazos]

 

 

Sólo en 2015 en Brasil se registraron en Twitter mas de medio millón de hashtags en la discusión de temas como feminicidio, legalización del aborto, violencia sexual, entre otros (REIS; NATANSOHN, 2017). Twitter y Facebook son los medios favoritos por las colectivas feministas urbanas para posicionar un tema o una denuncia en la agenda mediática. Ahora bien, si estas redes tienen un papel crucial en la visibilidad de muchas de las luchas feministas, vemos que las empresas cuyo negocio son las redes sociales digitales se manejan con reglas de juego poco claras, hay una opacidad en sus algoritmos, y ponen en riesgo los datos personales de las militantes, así como también disminuyen la visibilidad de colectivas menores o poco conocidas.

 

 

El 3 de mayo de 2016 se creó la consigna “Que las redes ardan” en sincronía con la lectura de la sentencia condenatoria sobre Belén. Esta consigna tiene un lugar clave en nuestro análisis ya que revela una “creencia” de los/las activistas que participan en el reclamo #LibertadParaBelen, una confianza en que el posicionamiento del tema entre las tendencias de la plataforma tendrá incidencia sobre la agenda mediática y, por consiguiente, en la política. En consecuencia, observamos la imposibilidad de definir con claridad cómo funciona el algoritmo de las trending topics y su afectación por los diferentes regímenes de visibilidad que propone esta plataforma.

 

 

[Marcas identitarias]

 

 

En el contexto de la noticia #LibertadParaBelen hay informaciones específicas ligadas a los rasgos interseccionales del caso. En los tweets y noticias los rasgos personales de Belén coinciden con las características socio-demográficos del noroeste argentino y con estudios que denuncian una discriminación negativa respecto de la atención de mujeres gestantes en hospitales públicos en áreas más afectadas por la pobreza, con una población de componentes étnicos indígenas o de migrantes de los países limítrofes.

 

 

Los tweets y noticias denuncian una discriminación negativa respecto de la atención de mujeres gestantes en hospitales públicos en áreas más afectadas por la pobreza

 

 

Belén pertenece a “grupos que están sociológicamente en situación de dependencia o inferioridad, y que son pensados como particulares frente a un grupo general, supuestamente desprovisto de cualquier peculiaridad social” (VIVEROS VIGOYA; GIL, GREGORIO, 2014).

 

 

Las teorías feministas y de género señalan que no es posible entender el género sin considerar la clase, la raza, y los distintos marcadores de desigualdad social; y al entender el género como una relación social y no como una diferencia esencial, la crítica feminista acerca el género a otras formas de dominación social y abre el espacio para pensar la dominación de género como un caso particular de la dominación social. En la mayoría de los tweets encontramos apelaciones a la pobreza, género y juventud de Belén, Nos llamó la atención que no se problematizara el racismo como una marca identitaria.

 

 

[Llamada a marchar]

 

 

La presión ejercida por #LibertadParaBelen en las redes digitales tiene sobre todo el énfasis en la salida a la calle. Hay un puente que une las acciones masivas en redes sociales digitales con una firme intención de presencia en los espacios públicos, convocada por las colectivas, ONG’s, twitteras/as y figuras públicas de manera constante.

 

 

[Voz de Belén]

 

 

Para las diversas teorías feministas la visibilización de la experiencia propia, íntima y personal es política. En tal sentido el desafío de cualquier trabajo que se posicione desde una epistemología feminista debe buscar expresar las problemáticas desde las voces de las protagonistas de los hechos que

se narran.

 

 

Esta categoría es propia del caso #LibertadParaBelen y nos habla de la importancia de que las personas, especialmente las mujeres, tengamos voz propia. Muchos de los mensajes twiteados parecían siempre hablar por la (o en lugar de) protagonista. Sin embargo a partir del mes de junio de 2016 empieza a circular con fuerza una carta firmada por Belén desde la cárcel, con la que conocemos su propia visión de lo que pasa y de lo que siente.

 

 

[Triunfo colectivo]

 

 

Son mensajes cuyo significado engloban un movimiento mayor, histórico, colectivo, comunitario. En muchos casos son convocatorias de feministas, en otros provienen del campo popular pero en la mayoría de los tweets percibimos que el hecho de conseguir la libertad para Belén es el resultado de la combinación de las llamadas a marchar y a manifestarse en las redes sociales digitales. Tal como revelan varias crónicas de la liberación de Belén se percibe la relevancia de la presión organizada en enjambres virtuales pero también en marabuntas de personas en las calles las que llevaron al éxito del reclamo.

 

 

Tal como revelan varias crónicas de la liberación de Belén se percibe la relevancia de la presión organizada en enjambres virtuales pero también en marabuntas de personas en las calles las que llevaron al éxito del reclamo.

 

 

Presencia de bots y trolls

 

 

Las acusaciones de “feminazis”, “asesinas”, “defensoras de asesinatos” son las expresiones que más se repiten en la dinámica de ataque de los trolls. Cuando argumentan sus posiciones lo hacen desde la “defensa de la vida que ha comenzado”, “la asesina que tuvo a su bebé en el baño del hospital y quiso deshacerse de él arrojándolo por el inodoro”, “es una asesina y no sale más (de la cárcel), “la madre que tiene un hijo en el vientre”, hay quien habla de que “los hombres son asesinados por mujeres” o de que “existen métodos preventivos pero las mujeres no los usan por vagas” (sic), “dios da la vida y él la quita”, “#NiUnoMenos”, etc.

 

 

Marqué el límite entre los perfiles de trolls y bots identificando aquellos actantes con muy pocos seguidores, pocos posteos e imágenes de perfil de usuario dudosas. La mayoría de los perfiles revisados tiene menos de 150 seguidores, registra muy poca actividad e interacción general.

 

 

Verificamos la veracidad de los perfiles, escogiendo una muestra de 42 trolls entre haters y antiderechos y confirmamos su cantidad de seguidores. Con esto buscamos imaginar su nivel de impacto y su real involucramiento en conversaciones como ésta. Si bien el nivel de programación de ciertos bots los puede llegar a hacerlos confundibles con trolls, creemos que entre los perfiles que divulgaron discurso de odio la mayor parte se trata de trolls con muy pocos seguidores y baja capacidad de difusión de mensajes.

 

 

Consideraciones finales (y abiertas)

 

 

El aporte de este trabajo es, además del rastreo y el análisis de una movilización exitosa vía Twitter, una llamada a reflexionar con detenimiento sobre nuestras acciones en internet. Convido a pensar que unificar de manera insistente nuestras campañas en estos canales nos coloca de alguna manera bajo el paraguas de las regulaciones de estas corporaciones. Twitter, así como Facebook, norman a través de sus algoritmos, cómo se narran, comparten, con quién y durante cuánto tiempo se narran nuestras historias.

 

 

Reflexionar sobre #LibertadParaBelen en el marco de la tecnopolítica no equivale a hablar de “la revuelta Facebook” ni de la “revuelta Twitter”. Esas RSD, tal como analizan una gran variedad de autores fueron eslabones productores de mediaciones en el apoyo de los acontecimientos. En ese sentido, Facebook, Twitter, los blogs, los teléfonos celulares, entre otros actantes no humanos, hicieron las revueltas al entrar en asociaciones con otros: personas, discursos, datos sociales, desempleo y bajos salarios, informaciones sobre femicidios y violencia policial, medios internacionales, panfletos, piedras, etc.

 

 

En esta reflexión es innegable el valor de una lucha, sostenida durante años, por movimientos de mujeres de Argentina, en conjunto con colectivas de la región, que persigue el posicionamiento de la despenalización del aborto como un tema público y político. La conversación #LibertadParaBelen no solo enmarca un caso de violencia obstétrica que cobra la forma de una causa judicial-policial, si no que también da lugar para observar la intervención de una serie de actores y actoras que se refieren al tema de una manera muy informada y que consiguen, siguiendo las reglas de Twitter, ocupar un lugar predominante en la agenda de dicha plataforma.

 

 

En esta reflexión es innegable el valor de una lucha, sostenida durante años, por movimientos de mujeres de Argentina, en conjunto con colectivas de la región, que persigue el posicionamiento de la despenalización del aborto como un tema público y político.

 

 

Es nuestra tarea crear nuevas formas de discusión. #LibertadParaBelen se organizó en torno a un debate con discurso militante, informado y activista. La dinámica de la red era distribuida pero compacta a nivel discursivo. Una misión para nuestras próximas luchas (que se están dando de hecho actualmente en el debate en el Congreso nacional) es conversar también con posiciones y perfiles ajenas a nuestro grupo de referencia. Establecer más puentes, que no necesariamente sean con los antiderechos, pero con quienes sí se pueda establecer una relación dialógica.

 

 

Las ciberfeministas participamos de internet con una artillería de acciones creativas que usan la ironía y el humor como arma principal. Somos el enjambre de abejas que se auto-organiza en #LibertadParaBelén. Creamos artículos, memes, gifs, videos y nos movemos rápido creando apoyos para las otras. Inundamos internet con contenidos que nos sirven de autodefensa digital.

 

 

Sostenemos redes de afectos que trascienden lo digital y nos dan fuerza para imaginarnos potentes agencias comunicativas que puedan enfrentar a las enormes corporaciones. La internet feminista que imaginamos creará prácticas emancipadoras que nos permitan auto-gobernarnos con nuestras propias reglas, también en el mundo digital.

 

 

El trabajo completo puede descargarse aquí (en español)

 

Referencias:

PADILLA, Margarita. Haciendo internet. Posibilidades para la acción desde los espacios de anonimato. IN: ZAFRA, Remedios. Ensayos sobre género y ciberespacio. ebook_X0y1. Madrid, 2010.

REIS, Josemira. ; NATANSOHN, L. Graciela. Com quantas hashtags se constrói um movimento? O que nos diz a Primavera Feminista brasileira. Tríade: comunicação, cultura e mídia, v. V, p. 113-130, 2017.

VIVEROS VIGOYA, Mara; GIL, GREGORIO Carmen. Sexualidades e interseccionalidad en América Latina, el Caribe y su diáspora. Revista de Estudios Sociales, 2014, no 49, p. 9-17.

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